ITAUGUÁ. Tremendo lo ocurrido en la cuidad del Ñandutí, donde todo marchaba bien hasta que Mario Óscar Torres Toledo (48) entró en corto y comenzó una gresca. En medio del guarara que armó, se prendió como garrapata del cuello de su propio hijo de 13 años a quien empezó a estrangular.
En un momento dado, ante la desesperación, un sobrino de este sujeto quiso intervenir ya que estaba siendo testigo de cómo su primo se estaba por desmayar debido a que estaba siendo asfixiado por su propio padre. Torres se enfureció mucho más y no contento con lo que ya estaba haciendo le aplicó una estocada en la espalda a su sobrino.
En ese instante, otras personas y familiares que estaban viendo todo lo que estaba pasando redujeron al sujeto y dieron aviso a la Comisaría 21.ª Central. Los volái, alertados por lo que estaba pasando, fueron al sitio para corroborar la denuncia y efectivamente encontraron a dos jóvenes con distintas lesiones.
Luego de que se hiciera la denuncia formal en contra de Torres, el sujeto fue aprehendido por los agentes policiales que se lo llevaron a la Comisaría para que se tranquilice. Quedó a disposición de lo que el Ministerio Público decida.
Fuera de control
Una pequeña discusión entre padre e hijo casi terminó en una terrible desgracia. De no ser por los testigos otra sería la historia.
Por poco le mata a su sobrino
El sobrino, que ligó una estocada, quedó en grave estado, y por poco no encuentra la muerte como consecuencia de la ira desmedida del tío. Fueron los vecinos que intervinieron justo a tiempo quienes le salvaron la vida trasladándolo de manera urgente hasta el centro asistencia de la zona. Posteriormente, se lo derivó al Hospital del Trauma debido a la complejidad que se dio con la lesión de sumo riesgo que presenta. Su pronóstico sigue reservado.
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