Durante el embarazo la mujer puede sentirse más agotada que antes. Este exceso de cansancio la conducirá a tener siestas a lo largo del día. Hay quienes inmediatamente después de desayunar, merendar, almorzar y comer se acuestan a descansar y este es uno de los hábitos que las hace ganar un peso innecesario.
El ponerse en posición horizontal sin esperar a que pase la digestión también favorece el reflujo gástrico y hace que la fémina padezca de acidez estomacal.
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