• OIKOITE. A veces dejan payé con monedas o billetes y los muchachis salvan con eso su pasaje del día, cuentan los trabajadores entre risas

El Parque Carlos Antonio López es uno de los lugares más encantadores y a la vez misterioso de la capital del país. Por las mañanas y por las tardes se puede observar a varias personas haciendo ejercicios para mantener la salud o lograr fortalecer el cuerpo. A niños jugando en las canchitas, corriendo, pedaleando bicicletas o deslizándose por los toboganes.

Pero por la madrugada, el parque sería el lugar predilecto para los que hacen “trabajitos” de rituales rarófilos. Según los vecinos, al dos por tres amanecen las ofrendas o payé que suelen hacer los macumberokuéra o personas, con el fin de conseguir algo que parece imposible.

Ayer, cuando el sol apenas comenzaba a mostrarse, don Estanislao Paniagua, guardia de seguridad del recinto, se “desayunó” dos “obras” de supuestos rituales en el patio del parque. Velas, cintas rojas, fotografias quemadas de varias personas y hasta una gallina muerta, fueron parte de lo encontrado por el “seguridá”. “No pasa ni un mes para que amanezcan estos tipos de rituales”, dijo don Estanislao.

Pero los que tienen que lidiar y sacar los vestigios de los supuestos rituales de payé, son los limpiadores del Parque. Ellos, lejos de asustarse, dijeron que se acostumbraron a este tipo de hechos y hasta, en algunas ocasiones, le quitan provecho al asunto. “Es cosa de toda la vida esto. Muchísimas veces ya encontramos trabajos de payé y esas cosas. No sé porqué eligen este lugar. A la noche pues es todo muy silencioso luego acá. Hoy (por ayer) me tocó tirar estos dos payé encontrados”, contó don Bienvenido Benítez, quien hace casi 18 años que trabaja como limpiador.

“Nosotros no tenemos miedo, es más, a veces dejan ofrendas con monedas o billetes, y muchos compañeros salvan para sus pasajes con eso. ‘Mañamina oheja jeyma che pasajera he’i jeyma lo mita cuando encuentran (risas)’”, contó el trabajador.

Otpopa sidra carga y llevó a su casa

“Muchos compañeros llevan para sus pasajes las monedas que a veces se dejan en estos tipos de ‘trabajo’”, contó por su parte don Carmelo Candia, quien hace 25 años trabaja en el sitio como limpiador. “Yo si pillo y hendyro mba’e no hay macumba que me ataje para llevar (risas)”, agregó el don.

Don Carmelo comentó que hace unos años, un compañero encontró un “trabajito” de payé en donde había varias botellas de sidras cargadas. “Mi compañero agarró las botellas y llevó a su casa. Todos los días tomaba una sidra gratis… jajaja”, contó. “A nosotros no nos asusta”, finalizó.

Por  su parte, don Carlos, quien trabaja como taxista en los alrededores del parque he’i que por las noches lo que suelen ingresar gente vestida todo de negro de forma muy misteriosa. ¿Será piko así?

El Parque que está rodeado de mucho misterio

El parque Carlos Antonio López, ubicado sobre la doble avenida con el mismo nombre, en Sajonia, está rodeado de mucho misterio ndaje y son muchas las historias que nacen del sitio y algunas hasta va más allá de lo racional. Son varios los vecinos que aseguran la figura de una mujer suestamente “vaga” por cada rincón del parque y que ya dejó con los pelos de punta a más de una persona en medio de la caminata o del trote. Dicen que es el fantasma de una joven que no descansa en paz. Recordemos que el parque fue antiguamente un cementerio.

EL MANGRULLO

El parque Carlos Antonio López fue sitio antiguamente del famoso Cementerio del Mangrullo. Por eso supuestamente sería elegido para trabajos de rituales.