• Por Belén Vázquez 
• CARIÑO. Eran inseparables y la inseguridad de las calles los separaron carnalmente, pero en alma y corazón siguen juntos asegura Fernando

Perder a un ser amado es uno de los sentimientos más duros que una persona puede pasar. El dolor, la tristeza y el vacío que deja es algo que nada ni nadie lo pudo volver a llenar. Así es como lo describe Fernando Correa (23), un joven quien en diciembre del año pasado perdió a su querido hermano Mathías, quien fue víctima de la inseguridad del país.

El amor que tiene Fernando por su querido hermano es tan inmenso, que a pesar del dolor que aún sigue dentro de su corazón, él lo lleva presente en todo, tanto que desde hace meses ya venía pensando cómo podía tenerlo siempre cerca hasta que se le ocurrió impregnarlo en la piel.

“Hace unos meses que ya venía pensando en hacerme un tatuaje en memoria de él. Estuve viendo qué diseño hacerme, buscando presupuesto y ahorrando de a poco, hasta que me hice el tatuaje que tiene como una semana”, contaba el joven.

La emoción y la mezcla de sentimientos se apoderan del noble corazón de “Ferchu”, como lo llaman sus seres queridos, quien es el hermano mayor de Mathías, cada vez que lo recuerda. Cuenta que ambos eran inseparables, y ante el gran amor que tiene él por su hermanito, decidió tatuase su rostro en la piel, ya que eso significaría que él estaría nuevamente a su lado las 24 horas del día cuidándolo y protegiéndolo de todo mal, a pesar de que eso causará un poco de tristeza al saber que ya no lo tiene en persona.

“Quería llevarle marcado conmigo para siempre, éramos inseparables y por esta tragedia ya no íbamos a poder estar juntos. Así siento que le tengo a mi ángel protegiéndome las 24 horas”, terminó diciendo “Ferchu” describiendo el sentimiento que le causa tener a su hermano tatuado.

Hasta el tatuador quedó más que sorprendido con la obra

“Ferchu”, quien solo dio la idea al artista que luego le dio algunas recomendaciones para que el tatuaje salga una maravilla, contó que le dijo que pareciera que su propio hermano se metió en sus manos para que saliera perfecto, ya que el trabajo duró cerca de 6 horas.

“Hasta él (el tatuador) quedó sorprendido. En un momento cuando estaba terminando me dijo que le salió tan bien que parece que mi hermano se metió en su mano para que le saliera así. En serio, está genial, cuando terminó el trabajo miré en el espejo y no podía creer que salió así y me puse a llorar”, decía “Ferchu”, recordando las palabras de la persona que le hizo la mágica obra de arte que hasta parece real.

MONAGUILLO

Mathías tenía 18 años, era monaguillo de la iglesia de su comunidad, era un chico muy querido por todos además de ser un joven sacrificado, ya que el día de la tragedia él venía de su trabajo

15 DICIEMBRE

Fue el día en que un ángel partió al cielo, dejando a sus familiares con el bello recuerdo de su sonrisa.