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Recorre el mundo con su tereré

Recorre el mundo con su tereré

SE FUE SIN NI UN QUINTO, VIAJÓ POR EL MUNDO GRACIAS A SU TRABAJO EN CONSTRUCCIONES Y AHORA QUIERE AYUDAR A LA GENTE

TERERÉ MOCHILERO

“Según mi mamá, che ha’ete umi itavya” he’i

Se fue España en busca de progreso, pero allá el destino le cambió la vida, y le llevó a conocer varios países del mundo

Pasó por Rusia. Recorrió África. Conoció varios rincones de este planeta. Pero la aventura aún no termina. Quiere más. Esta es la historia de Gerardo Franco, un albañil del grupo de los “comunes”, he’i Portillo, que tereré en mano y acompañado por su inseparable mochila se dio el lujo de recorrer 96 países gracias al sacrificio y a su trabajo.

“Según mi mamá, che ha’ete umi itavya viajando así, pero a mí me pone más feliz poner una banderita más de un país en mi mochila, que comprarme un coche”, he’i Gerardo opukávo a Crónica.

Cuando tenía 20 años, después de que su papá falleciera, dejó su carrera de Ingeniería Electromecánica y se fue a España a trabajar.

“La verdad que pasé muy mal al principio, después empecé a trabajar como peón de obra y ahorraba mi plata para comprarme un auto. En España vivís bien si sabés ahorrar y no gastás tu plata en tomar. Después de 8 años conseguí mi pasaporte español. Fueron años de mucho trabajo y sacrificio”, omombe’u Franco.

Cuenta que empezó a hacer viajes pequeños los fines de semana, hasta que una vez un amigo uruguayo contó que ellos cuando terminaban su colegio hacían como un viaje de vuelta al mundo y eso le motivó. “Me dejé de mi auto. Yo pues era výro chusco y quería comprar un BMW. Pero pensé bien y dije mba’e auto pio, yo voy a viajar. Pero yo no hablaba ni inglés. Solo guaraní, castellano y un portugués todo atravesado. Hice un curso rápido de inglés y así airport, playstation y eso nomás lo que sabía”, he’i.

Su primer destino fue Rusia. Hizo un recorrido en el tren “Transiberiano”, porque vio en una película. Estuvo tres días y medio en el tren.

“Allá ni inglés no hablaban. Entonces puse en un cartelito mi nombre y el lugar donde me tenía que bajar. Y con seña me manejaba con la gente. Muchos me dijeron que no le hable tanto a los rusos, pero en el tren así ellos me invitaban cosas para comer y eso o vodka, ha che… afarreá hendivekuéra”, contó a Crónica.

Gerardo Franco tiene una banderita de cada uno de los países que visitó con su tereré pegado a su mochila. GENTILEZA.

Pasó la Navidad en el maletero de un tren ndajeko

Franco contó que en uno de sus viajes en tren que hizo en Zimbabwe, África, le vendieron a él y a un socio holandés los boletos, pero al subirse no encontraron lugar, así que se debieron rebuscar. Él se fue a ubicarse en un compartimiento donde se llevaban equipajes. “No quise quedarme afuera y ya pagué mi pasaje y por mi asiento akue. No quería pagar más”, he’i y así viajó en plena Navidad. “Comí dos empanadas de carne y agua esa noche. Fue el año pasado”, he’i. Franco contó que cuando viaja se suele hospedar en las casas de gente que habla inglés. Para que sea posible los busca en una app que se llama Coach Surffing.

Prometió volver  para ayudar a la  comunidad he’i

“En África, el pueblo de Kiboriloni, Tanzania, es muy chico. Ahí viví con la familia de un mitã’i que estaba construyendo una escuela por su cuenta sin ayuda del Gobierno, solo de viajeros. Y yo me comprometí a volver y ayudarles. Ha ovy’aiterei hikuái. Les voy a llevar semillas de toda clase de verduras, porque no tienen ahí”, he’i, reconociendo que eso le conmovió.

Franco omombe’u que le gustaría motivar a otros jóvenes a ayudar. “A mí eso es lo que me importa ahora, porque yo para sobrevivir solo necesito comida y agua. Para mí, irme a cultivar no es ningún problema. Aprendí que hay que conocerle a la gente y no juzgarle. Yo hablo con todos, desde los que están en la calle hasta los que comen en restaurantes. Siempre hay una historia detrás”, he’i.

Datos

COMIDA RARAITE

Franco omombe’u que en México por ejemplo comió grillo frito, en Rusia tomó vodka y en la ciudad de Guillin si que comió asadito de perro. “No sabía que era carne de perro y comí”, he’i.

MUCHOS PAÍSES YA

Gerardo ya visitó 96 países y en cada uno se manejó comiendo en banco de plazas, bares si le alcanzaba y además convivió con personas de toda laja ndajeko.

HA’E “INFLUENCER”

Franco tiene fotos de todas las aventuras que hizo en su Instagram. “Pero ahí no hay las típicas fotos de los výro chusco”, he’i. Se le puede seguir en @Gerard_conmochila.

Su primera aventura fue en el tren siberiano. GENTILEZA

 

 

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