INDIA. Una ciudad colapsada por el tránsito usó el ingenio para intentar controlar sus calles con un experimento insólito: maniquíes disfrazados de agentes de tránsito.
La prueba se está llevando a cabo en Bangalore, el epicentro de empresas de telecomunicaciones al sur de India, que según datos oficiales tiene ocho millones de vehículos registrados en sus calles.
El objetivo es sumar “personal” para que la circulación sea menos caótica y lenta como actualmente es. De hecho, la velocidad media del tráfico es de 18,7 kilómetros por hora. La idea fue del comisario Ravinkanthe Gowda con el fin de que los conductores piensen que son agentes reales y de esta manera no cometan infracciones.
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