Los pasos cada vez se repiten más. Las baldosas blancas se van marcando poco a poco a causa de la angustia y el miedo que hacen palpitar todo el ser debajo de los trajes blancos con los que se cubren del virus todos los profesionales de salud.

Pero el alivio también les llega cuando la batalla va encaminándose hacia una indiscutible victoria que lo celebran apreciando esa “luz al final del abismo” que todos anhelan.

Eso explicó a Crónica el especialista en Terapia Intensiva, el doctor Jorge Daniel Jiménez, quien declaró que enfrenta lo peor pero con los mejores médicos. La marcha triunfal se realiza cuando las condiciones están dadas, ya que es necesaria para enaltecer los ánimos de los soldados más golpeados, los pacientes de coronavirus. Así definió el profesional a un gran gesto que realizaron con un paciente que dejó después de 10 días los cuidados intensivos en donde fue dando duros golpes al virus.

Jiménez, con otros colegas, sacaron al enfermo en los pasillos del hospital para que pueda ver la luz del sol después de mucha oscuridad en las salas del hospital.

“Dentro de las medidas para mitigar el impacto psicológico de pasar por terapia y sufrir todo el embate de la enfermedad, se indica la deambulación”, explicó. Aseguró que luego de que acercaran al paciente al pasillo, en su rostro se marcó una gran sonrisa que denotó el gran trabajo que hicieron entre todos.

“Considerando que no pueden ver a sus familiares, ellos se sienten bastante bien. Sienten como si volvieran a nacer”, reflexionó. El doctor dijo que el paciente después agradeció a todos los profesionales por ese gran gesto promovido por su gran vocación.

TODO UN MISTERIO

El profesional destacó que enfrentar al coronavirus para todos significa un gran desafío, ya que el tratamiento es todo un misterio y solo se manejan con las experiencias de los hospitales extranjeros.

SE PONDRÁ FEA

Asimismo, instó a toda la ciudadanía a cuidarse del virus, ya que la verdadera lucha se debe realizar fuera de los hospitales. “Depende de las personas; si no, la cosa se pondrá fea”, dijo Jiménez.

Pacientes pueden reaccionar mal a la terapia

El profesional expl icó que todos los pacientes que requieren de ventilación mecánica normalmente necesitan de altas dosis de sedantes y analgésicos que junto con la afección directa del virus en el cerebro hacen que los pacientes desarrollen diferentes reacciones.

“Según estudios recientemente publicados, los pacientes despiertan muy desorientados, confundidos, incluso violentos, lo llamados delirium”, explicó Jiménez. En ese sentido, dijo que dentro del tratamiento existen medidas no medicamentosas, como lo es la exposición del paciente al exterior.

Se “recargan” con las mejoras

Cuando las fuerzas vienen en cada paciente, las ganas de seguir la batalla se regeneran en todos los médicos. El doctor Jiménez explicó que la alegría les viene cuando ven cómo superan al coronavirus y salen de esa situación que apeligró sus vidas.

“Ver a un paciente sonreír después de haber estado prácticamente al borde del abismo es como una recarga de energía para seguir peleando esta lucha que apenas comienza”, le bajó el doctor.