Crónica conversó con una de las mejores jugadoras de vóley de playa de nuestro país, tiene solo 23 años y esta es su historia.

• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

Comenzó a jugar vóley a los 12 años y desde ese momento nunca más paró. Llegó a practicar el vóley de pista y de playa al mismo tiempo, pero desde hace unos años optó por el de playa, donde a sus 23 años ya es una de las mejores del país.

Hablamos de Michelle Valiente Amarilla, quien conversó con Crónica sobre sus inicios, la importancia del apoyo de los organismos del Estado y la dedicación y disciplina que tiene para llegar a su objetivo, ser la mejor en su deporte.

“Desde que tengo 12 años estoy en el vóley, mis padres siempre jugaron vóley y yo estaba cerca de ellos. Comencé haciendo vóley en las dos modalidades, pista y playa, pero hoy solo practico vóley de playa y estoy muy feliz con lo que hago”, señaló.

Como todo deportista Michelle comenzó y se mantuvo en esta disciplina gracias al apoyo de sus padres, porque se necesita un mínimo de apoyo para dar el primer paso. “Como la mayoría de los deportistas de nuestro país mis primeros espónsores fueron mis padres, sin el apoyo de ellos nada hubiese sido posible, les estoy muy agradecida”, apuntó.

Hoy por hoy ella es una de las atletas becadas por la Secretaria Nacional de Deportes y el Comité Olímpico Paraguayo. “Hoy por hoy yo estoy becada y me dedico 100% al deporte, al vóley. Mi trabajo es ser atleta de vóley de playa y todo el día trabajo para ser la mejor en mi deporte. La beca incluye un sueldo mensual y tenemos a nuestra disposición a todo el equipo multidisciplinario de la SND y del Comité Olímpico Paraguayo”, afirmó.

Paraguay todavía está lejos de tener atletas de elite en gran cantidad, pero está demostrado que con apoyo los deportistas pueden rendir al máximo y obtener buenos resultados, el caso de Michelle es un ejemplo.

Tener un espónsor marca la diferencia, afirmó

En cualquier disciplina deportiva es clave el apoyo económico, ya que eso se traduce en buenos entrenadores, buena alimentación, buen equipo médico, infraestructura, indumentaria y varias cosas más; en este sentido Michelle señaló que en el vóley de playa marca la diferencia el tener o no tener empresas que apoyen.

“Este es un deporte donde se viaja mucho y donde se adquiere jerarquía y se llega a un gran nivel compitiendo, y para competir debemos salir fuera del país, por eso tener o no tener uno o varios espónsores marca la diferencia”, aseguró.

“No podemos decir cuándo ganaremos una medalla”

El sueño de Valiente Amarilla es ganar una medalla de oro en los JJ. OO. y escuchar nuestro Himno Nacional mientras la bandera paraguaya flamea en lo más alto, pero ella es consciente de que ese momento todavía no está cerca, queda mucho trabajo por delante.

“Claro que quiero ganar una medalla para mi país, estamos por buen camino pero todavía no podemos decir cuándo ganaremos una medalla olímpica”, sentenció la atleta que a más de ser una de las mejores en su disciplina, lleva dos carreras universitarias: Relaciones Internaciones y Ciencias del Deporte. Además trabaja en el área de Metodología en la Secretaría Nacional de Deportes.