El exgoleador del Ciclón y del Decano habló en la previa del superclásico, dejando vivencias increíbles.

• POR RICARDO NÚÑEZ

Definitivamente, una voz autorizada de los superclásicos. Alfredo Damián Mendoza Sulewski dejó su sello como un destacado exdelantero, tanto a nivel local como también internacionalmente.

En un mano a mano con Crónica, el mismo nos evidenció sus recuerdos de las ediciones pasadas de los superclásicos del fútbol paraguayo.

“Siempre les digo a mis hijos que yo probé de ambos lados para saber qué se siente. Algunos te dicen ‘te fuiste al otro bando’ o ‘traicionaste a una causa’. Yo no fui fanático de ninguna institución, yo soy fanático del fútbol, porque es lo que me sacó adelante”, dejó en claro el legendario goleador.

Además, el mismo cuenta que de pequeño vivía a flor de piel un Cerro-Olimpia desde las radios, e incluso iba siempre al estadio de Barrio Obrero para disfrutar del encuentro.

“Uno siente pasiones distintas por la misma gente, incluso por la ilusión que tienen los jugadores de jugar un superclásico. Yo soñaba con estar ahí en la cancha cuando iba a ver a Cerro Porteño. Llegábamos a las once de la mañana y el partido era recién a las ocho de la noche”, he’i.

“Esos sueños de niño uno después lo proyecta en la cancha y uno se siente feliz. Por eso, hasta ahora me siento un privilegiado por haber sido partícipe de los clásicos vistiendo ambas camisetas”, puntualizó el ex pelotero.

Dejó su perspectiva sobre el ansiado encuentro de hoy

Mendoza también analizó y dio su pálpite para el choque de paletas hoy en “La Nueva Olla”, donde de pequeño iba a ver al Ciclón.

“Todos los llaman un ‘partido aparte’, yo lo llamé siempre como un partido especial. Ahora Olimpia se juega todo el peso de su historia, su prestigio, y tiene la chance de revertir la situación por la cual está atravesando ante su enemigo de siempre”, enmarcó.

“Sin embargo, Cerro Porteño creo que está un paso adelante como favorito porque estadísticamente siempre salió a buscar más el partido, apelando a su buen juego, al 4-3-3 históricamente. Y además tiene el compromiso de seguir luchando por el título”, puntualizó.

En un clásico pecó de sobrador y recibió un patadón de Benítez

En otro momento, el expelotero fue consultado sobre una anécdota en particular en un superclásico que lo haya marcado en su carrera profesional. Así lo recordó: “En uno de los clásicos, yo del lado de Cerro Porteño, estábamos ganando 3-0. Entonces yo alcé la pelota sobre mi cuello e hice un juego. Quise divertirme más o menos recordando la canchita (de su infancia), imaginando que estaba en ella. Hasta que Gustavo Benítez me pasó por encima, me pisó la espalda y me rompió la camiseta”, recordó.

Mendoza incluso más adelante sería compañero de Benítez en el plantel olimpista. “Uno lo agarra como burla, pero a mí también me tocó sufrirlo”, remató.