El pelotero habló sobre el momento que está atravesando la entidad auriazul, al que le esperan dos chutes bien candentes estando en zona de promoción.

• Gerardo Benítez M.

Para el Sportivo Luqueño se vienen dos partidos candentes por el torneo Clausura. Ahorita, estando en zona de promoción, la idea es ganar los dos chutes que se vienen (primero River Plate y luego Guaireña) y esperar luego a ver qué pasa con Sol de América. Lo cierto es que el tema, en la “ciudad de la música”, se encara con la calculadorita en la mano, esperando que los números jueguen a favor del “Chanchón” a la hora del cálculo final.

Blas Díaz, pelotero de experiencia que milita en filas del Auriazul, contó a Crónica sobre la expectativa reinante. “Si bien dependemos de lo que haga Sol de América, nosotros nos estamos jugando la vida, el honor, la dignidad, no hay más opción que ganar en estas dos fechas que restan, estar más atentos y tener el más mínimo margen de error en cada partido, estamos obligados a ello”, indicó Díaz.

El volante dijo que el grupo está consciente que el club no pasa por su mejor momento, y recordó que el año pasado también estuvo peleando en la zona candente del torneo. “Hablamos entre los compañeros, eso no es solo de ahora. Ya el año pasado se peleó el descenso, y este año se empezó estando prácticamente en el fondo. Luego tuvimos siete fechas sin perder, pero después se vinieron de vuelta las derrotas contra Guaraní, Libertad y Olimpia y ahí se complicaron las cosas”, señaló. Al ser consultado si ya manejan alguna información sobre el eventual rival en la promoción, Ameliano, fue tajante al afirmar: “No pensamos en otra cosa que no sean los dos partidos que nos restan, no perdemos la esperanza de que se den las cosas”.

“Fui a préstamo al Macará de Ecuador, donde me fue bien”

Blas Díaz se inició en Libertad, de donde fue cedido a varios clubes del medio local, a modo de préstamo. Su única vez que salió a chutar afuera, fue en Ecuador. “Fui a préstamo, este año, por seis meses; me fue bastante bien ahí. Estuve en el club Macará de la ciudad de Ambato, terminamos tercero en el torneo, pero me vine de vuelta a Paraguay porque el técnico quería contar conmigo”, explicó.

Habló también de su deseo de integrar el plantel que dirige los hermanos Barros Schelotto. “No dejo de lado, siempre pienso en eso. Eso depende exclusivamente de mí, aunque este no fue mi año”, dijo.

“Descendí con Santaní, fue bastante triste”

Sobre la ansiedad que genera estar al filo de una situación delicada, donde ronda de manera misteriosa la sombra del descenso, recordó que “ya me tocó descender con el Deport ivo Santaní, faltando tres fechas para terminar el torneo; en verdad fue bastante triste, porque nosotros en esa oportunidad nos preparamos para otra cosa, pero el fútbol tiene también su lado negativo, del que se aprende igualmente muchas cosas”.

Dijo que uno de sus sueños es que Luqueño salve el año, y en la próxima temporada pueda arrancar con todo, pues espera chutar en el “Feliciano Cáceres” con estadio lleno.

“Quiero seguir jugando, tengo mucho aún que ofrecer al fútbol”

Para Blas no hay nada mejor que pasar lindos momentos con la familia. “Soy muy hogareño, me gusta pasar mucho tiempo con la familia. Ahora que no tenemos concentración estoy aprovechando eso”, relató.

Respecto a su futuro, si bien aún es joven para seguir chutando dijo: “Quiero seguir jugando, pues tengo mucho aún que ofrecer al fútbol, viendo a algunos colegas que tienen 38 años o más, que siguen jugando, como Roque Santa Cruz y Paulo Da Silva”. Dejó abierta la posibilidad de dedicarse al comercio, junto a su esposa. “Depende mucho de con quién estás, invertir bien.

Mis padres son comerciantes y ellos me inculcaron a eso, manejar bien el dinero”, le bajó.