Por: Gerardo Benítez Monges

Víctor Roa es paraguayo, vivió mucho tiempo en la Argentina y hoy día es el boom de los futbolistas que lucen chuchis en su pelo. ¡Conocé su historia!

El futbolista moderno ha tenido en los últimos años grandes innovaciones y en diferentes aspectos, defendiendo los colores de sus clubes en las numerosas y variadas competencias que existen; uno de los detalles más llamativos quizás sean los tatuajes, los aritos y los cortes de pelo, que más allá de lo que pudiera convertirse en un elemento de distracción, se tratan de estilos propios asumidos con la personalidad que cada uno posee.

“HOY DÍA CAMBIÓ MUCHO EL TEMA DE LA BARBERÍA, PORQUE ES IMPORTANTE QUE EL HOMBRE ESTÉ PRESENTABLE CON SU PELO, ES LA IMAGEN DE UNA PERSONA”

Víctor Manuel Roa Giménez es un joven barbero que, con su toque especial, satisface las exigencias de muchos valores del fútbol que lucen elegantes, presentables y prolijos, no solo en las canchas sino también fuera de ellas, pues como todo ser humano, después de la pelota, tienen vida propia.

“Relativamente el jugador tiene una idea de lo que quiere, o si no, muchas veces te dicen que te deja a tu cargo nomás ya el tipo de recorte y como profesional tenemos que responder, pues sabemos que estamos trabajando en la imagen de una persona”, dijo al respecto Roa Giménez, quien actualmente atiende en su local de Lambaré a un montón de peloteros de diferentes clubes locales y, cuando toca, también del exterior.

Contó que “hoy día cambió mucho el tema de la barbería, porque es muy importante que la persona esté presentable con su pelo; el hombre de hoy cuida más esos detalles y el jugador de fútbol no está ajeno a esto. Antes era una o dos veces al mes, ahora relativamente cambiamos ese estilo y es cada semana, diez o quince días y de a poquito va entrando fuerte esa moda sobre los hombres, porque se quiere estar prolijo”.

EN VEZ DE LA PELOTA
Víctor Roa jugó en las inferiores de Huracán de la Argentina, luego probó suerte en San Telmo, pero dejó todo eso para abocarse de lleno a la barbería.

La mayoría de sus clientes son archiconocidos

Entre sus clientes se encuentran un montón de peloteros y también aquellos que ya colgaron los botines. “Gracias a la máquina, me hice de muchos amigos”, señaló, para contar que entre los más conocidos están Carlos Bonet, Danilo Santacruz, Miguel Jacquet, José Ortigoza, Pablo Zeballos, Jonathan Santana, Javier Toledo, Jorge Mendoza, entre otros.

“Estoy contento por mi presente, no me arrepiento de dejar el fútbol, Dios quiso así, hoy soy un barbero y me está yendo bien”, apuntó.

Gracias a los cientos de regalos ahora colecciona las camisetas

Roa también es un gran coleccionista de camisetas, que sus propios clientes le regalan como recuerdo. A más de los equipos paraguayos, tiene exhibidas en su local, casacas del San Lorenzo de Almagro, Goiás de Brasil y una de la selección chilena de fútbol. “Cuando vino aquí Chile para jugar contra Paraguay fui a hacer en el hotel un corte a algunos jugadores”, recordó.

“Realmente tengo una colección importante de camisetas, gracias a Dios, mediante la máquina logré hacer amistades; arranqué cortando el pelo en la concentración del club San Telmo, cuya camiseta también tengo. No las uso, las colecciono”, tiró.

Comenzó de chiquito y ahora ya inaugurará su primera sucursal

Para conocer un poquito más a este joven, pero emprendedor compatriota, desde chiquito jugó en el Huracán de Buenos Aires. A los 15 años le tomó el gusto al corte y junto a su hermano, también jugador de fútbol, se ensayaban el uno por el otro.

“Me dediqué al fútbol y en mis tiempos libres, como un hobbie, cortaba el pelo, aprendí solo porque me interesaba, veía vídeos, sacaba mis conclusiones y los ponía en práctica, primero con mis conocidos y luego se fue expandiendo”, contó a Crónica.

Luego se vino al Paraguay de vacaciones, pero se quedó y abrió su local propio llamado Barber Shop ATR (A Todo Terreno). “Lo llamé así porque confiaba que iba a tener mucha gente y gracias a Dios me va muy bien”, le bajó.

Este 1 de diciembre abrirá su primera sucursal hacia la Curva de la Muerte y tiene un equipo de aproximadamente 12 trabajadores del corte de pelo y barba.