Fabián Filipetto tuvo su primera oportunidad de titu en la liga profesional de Sudáfrica. Su charla fue a “corazón abierto” con Crónica.

• POR RICARDO NÚÑEZ

De Alto Paraná para el mundo. El compatriota es un fiel ejemplo de la perseverancia, pues en una charla con Crónica ¡desde Sudáfrica!, nos contó cómo la remo y la remo para abrirse camino y seguir sus sueños de ser futbolista. Ahora tiene la oportunidad de defender los colores del TS Galaxy de la nación africana, como lateral izquierdo, su posición natural.

Él mismo ya se considera todo un trotamundos, por provenir del departamento del Alto Paraná y recorrer unos 340 km para hacer las inferiores en Guaraní. De allí tuvo que partir al 3 de Febrero (Ciudad del Este) donde logró debutar profesionalmente. Filipetto cuenta que también tuvo una experiencia en el fútbol de Bosnia y Herzegovina. Y todo esto, ¡con solo 23 años en la actualidad!

“Cuando toca, toca, como se dice. Yo desde chico siempre trabajé con mi abuelo en su chacra. Llegó un momento también de la cuarentena en donde se pusieron muy difíciles las cosas. Mi novia y yo empezamos a vender pizzas, yo trabajaba de delivery, vendía yuyos frente a la casa de mi suegro y también le ayudaba a hacer fletes”, reveló bastante emocionado.

Agregó que “cuando las cosas se ponen difíciles son pocas las personas que están para ayudarte. En ese momento, cuando más necesitaba, mi representante me dejó así que tuve que hacer el esfuerzo para ganar un chiqui de platita para no estar molestándole a mamá”, contó.

“Sudáfrica es un país muy hospitalario”

Fabián también nos contó que hasta ahora se portaron de maravilla con él en la nación africana. “Futbolísticamente son muy buenos, es un poco más el nivel que en la Primera División de Paraguay. Sudáfrica es un país muy bueno, muy hospitalario, con muy buenas personas que te tratan bien”, sostuvo el paraguayo, quien se encuentra viviendo en la capital, Johannesburgo.

La comida del país africano no fue problema para Filipetto

“La comida es casi igual. Lo que solíamos cocinar allá (en Paraguay), cocinamos acá. Gracias a eso también me pude acostumbrar bastante rápido. También hay restaurantes mexicanos, brasileños. Nosotros almorzamos en el club, tenemos una señora que nos cocina y, al llegar a casa yo le aplico un poco de nuestro estilo. ‘Pira caldo’ y compañía, sabes luego”, comentó nuestro entrevistado.

Asimismo, recordó cómo desde los 13 años se instaló en la capital de Asunción para hacer las formativas en el conjunto aurinegro. “Iba para allá, volvía, después también fui a Brasil.

Y ahora gracias a Dios me están dando la oportunidad desde otro continente”, le bajó. Además, contó que durante su estadía en Bosnia conoció a una gran familia, gracias a una amistad que nació con un pelotero de las inferiores de su exclub, el NK Celik Zenica.

Orgullo de sus padres y lo que significa el fútbol en su vida

El lateral guaraní también nos comentó que sus padres siempre lo apoyaron en todo momento y, aunque su papá no llegó a chutar profesionalmente, lo llenó de consejos de la vida y el fútbol. “Mis padres siempre me decían que debía tener respeto, saludarle a quien sea, también supieron apoyarme en los momentos más difíciles. Ellos están muy orgullosos de mí y feliz de lo que estoy logrando de a poquito”, dijo, agregando que…

“Vengo de un pueblo muy chico (Santa Rita). Muchos me dijeron en la cara ‘dejá, no hagas esto, vas a sufrir’ o ‘estudia, trabaja, yo te voy a conseguir trabajo’. Yo opté por el plan b, que es mi sueño desde chico, jugar al fútbol y jugar en el exterior”, subrayó con firmeza.