Daniel Farrar es uno de los entrenadores paraguayos con más proyección de la actualidad. El ex-DT de River Plate y Yaracuyanos FC de Venezuela, entre otros, habló con Crónica digital sobre las circunstancias que hicieron que nazca en Estados Unidos, el tiempo que trabajó para el Barcelona de España, su experiencia en el fútbol de Venezuela y la tarea que viene haciendo como Coordinador General de las Divisiones Formativas de Sol de América.
Farrar, de 36 años, nació en Los Angeles, California (Estados Unidos) porque en ese momento sus padres vivían y trabajaban en el citado país; pero a los pocos meses se trasladaron a Paraguay, por lo que él se considera más paraguayo que la mandioca.
«Yo nací en Estados Unidos, pero me siento paraguayo 100%. Tengo la doble nacionalidad pero yo soy y me conocen como un entrenador paraguayo», dijo el profesional.
Pese a su juventud tiene un curriculum más que interesante, en el 2018 se consagró campeón del torneo de la División Intermedia con River Plate, equipo al que también dirigió en Primera División. Antes de tomar el timón del «Kelito» trabajó para el club Barcelona de España y en el primer semestre del 2021 dirigió al Yaracuyanos FC de Venezuela.
«Estoy contento con todo lo que hice hasta el momento y mi meta es seguir creciendo, seguir aprendiendo, seguir evolucionando en esta profesión que tanto amo. He trabajado en clubes de Intermedia y de Primera División de nuestro país, también en el exterior y ahora estoy como Coordinador General de la inferiores de Sol de América y todas estas experiencias que han ayudado a crecer», remarcó Farrar.
La experiencia en Venezuela
En la primera mitad del 2021 Daniel Farrar dirigió al Yaracuyanos FC de Venezuela, una experiencia que él calificó como muy buena; pese a que tuvo que dejar el club al acumularse varios factores con los que él y su cuerpo técnico no estaban de acuerdo.
«La experiencia en Venezuela fue muy buena, conocer otra cultura, otro fútbol, expandir nuestro conocimiento; sin dudas aprendimos mucho en el tiempo en el que tuvimos», señaló.
Al ser consultado cómo es vivir en la Venezuela de Nicolás Maduro, añadió «A nosotros nunca nos faltó nada a la hora de trabajar, además el dueño del club que nos contrató era dueño de un hotel y siempre cumplió con todo lo que nos prometió y todo lo que estaba en el contrato. Nosotros tuvimos que pelear con equipos muchos más poderosos, clubes que tenían mejor infraestructura y aún así creo que hicimos un buen trabajo».
Al hacer referencia a los motivos de su salida, mencionó «Económicamente Venezuela no pasa por su mejor momento, en el país había gente que vivía muy bien y gente que pasaba hambre. Fueron varias las causas que finalmente hicieron que nosotros hayamos dado un paso al costado. Habían utileros del equipo que pasaban hambre, mientras nosotros cobrábamos en dólares y esa situación no nos parecía justa. Después la alimentación de los jugadores de nuestro plantel no era la correcta, muchos atletas no cobraban su salario, no teníamos las indumentarias adecuadas, teníamos problemas para el traslado del plantel, nunca pudimos jugar de local en nuestro estadio y varias cosas más… todo eso hizo que tomemos la decisión de renunciar».
Su llegada a Sol de América
Farrar es actualmente en Coordinador General de la formativas del Danzarín, sobre su llegada al equipo de Villa Elisa y los objetivos que tienen dijo, «Una semana después de volver de Venezuela me llamaron la gente de Sol de América para trabajar con las formativas. El objetivo es formar buenos valores, buenas personas y buenos jugadores. La meta es jugar con mayoría de jugadores de la casa. En todo este tiempo, que fue de adaptación, pude comprobar que el jugador de las inferiores de Sol de América es muy sacrificado, es humilde, algunos vienen con problemas de familia; la verdad tienen muchas dificultades pero son muy decididos porque tienen un sueño y van detrás de ese sueño».
De acuerdo a la experiencia que pudo recoger trabajando en diversos clubes, Daniel habló de una realidad de la que pocos hablan. «Son muchos los que tienen el dueño de ser futbolistas, pero hay un buen porcentaje de esos chicos que no llegan. Siempre hay algunos que se destacan más que otros, pero un entrenador no le puede decir a un jugador que no va a llegar, eso no se puede saber. Acá los que mejor trabajan en las inferiores son Olimpia, Cerro Porteño, Libertad, Guaraní y Sol de América», sentenció.
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