Una verdadera tragedia es la que se está viviendo en la ciudad brasileña de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro, luego que las inundaciones y aludes de barro que provocaron las intensas lluvias que siguen cayendo en la región provocaran al menos 176 muertos y unas 200 personas desaparecidas.
La esperanzas de encontrar con vida a los desaparecidos se van desvaneciendo ya que el mal tiempo continúa en la zona lo cual complica cada vez más el trabajo de los socorristas por lo que debieron suspender varias veces la búsqueda de sobrevivientes.
«Es imposible utilizar maquinaria pesada», dijo Roberto Amaral, coordinador del grupo de socorristas de los bomberos locales. «Estamos trabajando como hormigas, poco a poco», agregó.
El el presidente Jair Bolsonaro describió el escenario como «casi de guerra», según informó la agencia AFP. Según información oficial, hasta el momento se encontraron 28 niños entre los fallecidos
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