Una terrible desgracias pudo ser evitada en la tarde de ayer en la ciudad de Capiatá, gracias a la rápida acción de bomberos voluntarios y la policía.
Un niño de tan solo 12 años, tomó la drástica determinación de acabar con su vida intentando colgarse de un árbol. Al parecer el chico recibió un castigo de sus padres quienes le quitaron el celular.
Según trascendió el nene estaba obsesionado con el famoso juego Free Fire por lo que sus papás tomaron la decisión de sacarle el teléfono, pero el niño reaccionó de la peor manera.
De acuerdo a las informaciones, los Bomberos Voluntarios de Capiatá lograron persuadir al menor quien estaba trepado en un frondoso árbol, luego de una larga charla con los voluntarios el pequeño entró en razón y pudo ser bajado.
Déjanos tus comentarios en Voiz