La noche parecía medianamente buena para un chofer de Bolt. Los pedidos se estaban dando y el sacrificio de estar manejando mientra todo el país farreaba, tenía su recompensa. Pero, como en estos últimos años la delincuencia y la inseguridad se acrecentaron a pasos agigantados, la jornada le traía deparada una sorpresa bastante desagradable.

Esos infelices que solo tienen en la cabeza perjudicar al prójimo nunca faltan. Y en este caso, para más desgracia, eran tres. Buscando la manera de hacer de las suyas, pidieron el servicio en una zona cheta de la capital, cerca de donde están los shoppings Villa Morra y Mariscal.

El trabajador llegó a donde solicitaron su servicio y vio al trío peligroso sin tener idea de lo que se venía. Segundos después que subieron al móvil, uno de ellos peló un arma de fuego y le exigió la plata de la recaudación y el celular. El chofer, que con tanto sacrificio se estaba ganando el pan, dudó por unos segundos por esas sensaciones de rabia e impotencia que a cualquier mortal le exprimen el interior en casos como estos.

El malandro armado en seco le jugó un tiro. Acto seguido, una persona que pasaba por ahí quiso ayudar y también le jugaron un balazo. Celular en mano, los desgraciados se bajaron y huyeron.

Pero, por la pinta era una de esas noches en la que los astros se alinearon, porque la Policía actuó casi de inmediato y empezó una persecución. Finalmente, más allá de la herida y el horrible momento, el final fue “feliz”, sí, entre comillas, porque por lo menos pudo recuperar el celular robado, su herramienta de trabaj, luego que los uniformados detuvieran al desgraciado que efectuó el disparo.

TE PUEDE INTERESAR:

Voraz incendio consumió en un syky una humilde casa de madera