POR RODRIGO VALDEZ (rodrisamuvaldez)

Esta increíble historia de superación empezó con un interrogante: «¿Qué te falta hacer en tu vida?». La pregunta fue planteada por sus hijos, que en medio de una conversación en la casa se enteraron del sueño de su madre: «Terminar el secundario». «Cuando era joven no pude continuar mis estudios porque tuve a mis hijos y me dediqué a trabajar por y para ellos. Y siempre dije que cuando todos sean grandes, voy a retomar. Y se pudo dar y trato de ser muy aplicada», contó a Crónica doña Elsa, quien a sus 67 años rompe barreras y demuestra a todos que nunca es tarde para aprender.

La cuestión no era del todo fácil, ya que la ini­cia­tiva se dio en pleno 2020, durante la pan­de­mia de Covid. De todas maneras, doña Elsa no pensó en los impedimentos y decidió buscar una institución educativa para volver a las aulas. Fue así que dio con el colegio María Auxiliadora, en Presidente Franco. Y este año, doña Elsa obtuvo el primer puesto en aplicación y disciplina. Así también fue mejor alumna del primer año de la media. En las últimas horas, la estudiante emocionó a todos cuando fue a recibir su diploma vestida con su uniforme y en medio de aplausos. «Al principio costó porque se dio las clases virtuales y fue algo nuevo para mí. Pero nunca pensé en rendirme, al contrario, en mi mente siempre estaba superarme. Y este logro me emociona», añadió.

Durante estos años, y con la ayuda de sus hijos 5 y nietos, principalmente en cuestiones que tenga que ver con la tecnología, la vecina del barrio San Juan de Presidente Franco hizo trabajo prácticos, exposiciones y exámenes, y en todos ellos le puso esa cuotita de esmero que la hizo destacarse.

Además, doña Elsa va a las clases con uno de sus nietos, quien es como su hijo, aseguró. «Uno de mis nietos de nombre Rodrigo, que es mi hijo, porque yo le reconocí y vive conmigo, es mi compañero y con él voy al colegio y estudiamos juntos. Él me ayuda muchísimo y trato de aprovechar la oportunidad», sostuvo.

«Yo solo busco cumplir mi sueño y sé que con esfuerzo y dedicación lo voy a lograr», agregó. En el camino, a doña Elsa le ter­minó gus­tando el Guaraní más que cual­quier otra mate­ria y cuando termine la secundaria quiere ser profesora en esa área. «Me encanta el guaraní y quiero ser docente, enseñar nuestro dulce idioma», expresó.

Doña Elsa superó muchos obstáculos, uno de ellos y el más fuerte, fue el que dirán. «Que mucho me criticaron cuando decidí ir a estudiar, me decían que ya era un poco tarde, que no valía la pena, pero aún así no quise desistir, al contrario», contó.

Finalmente, la estudiante deja un mensaje a los jóvenes. «Quiero que estudien, es el único camino para salir adelante, no solo en lo monetario, sino en lo moral. Ayuda mucho en el respeto, en la responsabilidad, en todas las áreas», comentó.

Hija orgullosa

«Le acompañé a mi mamá en el colegio, y lo único que hice fue mirarle, admirarle y sentirme orgullosa de ella. Nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo. Le amo», dijo su hija Blanca.