El nudo en la garganta, la mirada humedecida, el aplauso y el grito, multiplicado por cientos y cientos. Así despidieron a Julio (32) quien partió a la eternidad. Y para que no falte nada a la ceremonia del adiós, sus amigos decidieron despedirlo con algo que él le gustaba mucho: al ritmo de la cachaca.

Mientras el cortejo fúnebre partía hacia su morada final, la cachaca sonaba a full en diferentes vehículos que acompañaban a Julio por las calles de Cambyretá, Itapúa. “Con las músicas que siempre te gustaron, merecida despedida”, fue uno de los tantos comentarios que se hizo en redes sociales al momento de compartir el video.

“A él le habría gustado esta despedida, sin dudas, un amante de la música alegre, divertida. Se nos fue un gran amigo, una gran persona”, comentó a Crónica uno de sus kapés que no pudo contener las lágrimas y pidió mantener el anonimato.

En octubre del año pasado, Julio (y otro compañero de trabajo), quedó con múltiples heridas tras la explosión de un tanque de combustible que estaban soldando. Ambos fueron trasladados de emergencia hasta el Hospital Regional de Encarnación, donde se constató que Julio se llevó la peor parte, según informaciones que saltaron aquel terrible día. El joven estuvo internado por más de 60 días. Lastimosamente, no aguantó y falleció. Entre tanto, su compañero quedó con heridas, pero de menor gravedad.

“A él le encantaban varias músicas de cachaca y por eso muchos decidieron poner a todo volumen en sus vehículos mientras se realizaba la caravana rumbo al cementerio. A todos nos emocionó mucho”, destacó su amigo.

TE PUEDE INTERESAR:

Vive su propio sueño y quiere que más compatriotas progresen: la historia de la licenciada Rocío