Después del partidazo que hizo ayer Miguel Almirón con su equipo, el Newcastle ante el Blackburns Rovers, esta mañana acompañó a su hijo a su escuela de fútbol.
Francesco no tiene todavía ni tres años, pero ya demuestra que tiene todo el talento para seguir los pasos de su papá en la cancha.
«Miggy» apareció hoy en su escuela de fútbol y chutó con él. Su mamá, Alexia, mostró cómo su peque realiza su entrenamiento, siguiendo un circuito de «mini descuereo» y haciendo chute de balones a un «mini arco».
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