Corría el minuto 90 del encuentro en el que Racing superó por 3-1 a Elche en la segunda división de España. En ese momento, un hecho por demás particular alertó a jugadores racinguistas: en las graderías, un hombre de 58 años estaba sufriendo un ataque cardíaco.
El doctor del equipo, al ser informado del suceso, fue hasta las gradas y logró controlar al hombre quien presentó dos paros. Mientras luchaban por estabilizarlo para que sea llevado de emergencia a un centro de salud, un pelotero que había sido reemplazado y estaba en el banquillo se acercó al delegado del encuentro para pedir que se suspenda el chute hasta tanto el médico haga su parte.
Sin embargo, el árbitro Jon Ander González Esteban decidió expulsar al capitán del equipo cántabro, Íñigo Sainz-Maza, por pedir que se parase el encuentro. El colegiado español decidió sancionar con roja directa mientras que el hincha, de 58 años de edad, estaba siendo reanimado.
En el club cántabro están indignados con lo ocurrido y han dejado claro que recurrirán la expulsión de su futbolista.
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