El Profe Mazier nos recuerda cómo era el autocine de antes, en Paraguay, y hace su tradicional comparación con el de ahora.
Los autocines están de vuelta. Marcaron una época, allá por los años 70. Desaparecieron a comienzo de los 80 cuando las salas de cine, con sus ofertas de comodidad, fueron ganando en preferencia del público. La pandemia los hizo reflotar.
ANTES …
El Profe Mazier recuerda que antes, para ir al autocine, para las películas más taquilleras, era fundamental tener más de 20 años, presentar baja y cédula de identidad, pero también tenías que tener libreta cívica, de afiliación, hasta libreta de salud y conscripción vial, porque “la caperucita” siempre rondaba por ahí. “Estaban el Autocine Internacional, pegado al arroyo Itay, camino al Aeropuerto y el Autocine Itá Enramada, cerca de la cervecería”, recuerda.
Las funciones más taquilleras, las fuertes, las de “combate cuerpo a cuerpo”, estaban en Itá Enramada. “Las películas eran del Oeste, comedias y el purete. Arrasaban Garganta profunda, Calígula, Doña Flor y sus dos maridos y Mi marido no funciona, con el Gordo Porcel. No había estrenos. Durante años la perrada siguió viendo las mismas películas”, rememora el humorista.
Contó también que todo estaba bien organizadito, nadie se bajaba de su auto, que había un “secretario” que acercaba el pororó o la empanada al auto. “Además de autos también permitían que entren camiones, colectivitos y kombi. Los más grandes, al fondo, de manera que no molesten a la perrada. La entrada se cobraba por cabeza. Desde 60 a 100 guaraníes. Pagás al llegar”, recordó.
Contó que para las funciones aptas solo para mayores de 20 años, algunos llevaban la cédula o la baja del hermano o de algún socio. “El único problema era ‘la caperucita’, que daba vuelta y vuelta buscando justamente a los que entran con cédula mau, porque había chicos que no tenían la edad exigida y entraban con documento ajeno. También hacían especial control hacia los autos que se movían. De repente prendían su linterna al parabrisas de tu auto”.
AHORA…
“Ahora el autocine moderno, con lo máximo en tecnología. Elegís todo por internet el estreno que querés ver, ya no usás efectivo. Metés tu número de tarjeta y ya tenés tu ticket. Ya no pagás por persona, pagás por auto y cuando llegás, sin necesidad de abrir tus ventanas ya saben que solo van tres personas, pueden ir en pareja, padres con hijos. Cuando llegás te dicen, ‘señor, poné tal frecuencia de tu radio FM para escuchar la película y te sale todo en sonido suround’. Ya te entregan tu pororó, te traen tu cervecita y te preguntan si querés un chofer que te lleve a tu casa”, cuenta el Profe Mazier, en relación a los autocines de ahora, aclarando que todos tienen servicios diferenciados y que los datos que da tiene que ver con uno de los autocines al que ya pudo irse.
Comentarios