Algunas empresas, aún no todas, ya pusieron en las calles a circular los nuevos micros chuchi con aire. Sin embargo, pese a que de por sí tienen un costo de 1.100 guaraníes más que el pasaje convencional, se viene un gran pa’ã para el mantenimiento de los mismos: las paradas.

En uno de los tantos “amagues” de que iban a empezar a circular allá por el mes de abril, el capo de la Cetrapam, César Ruiz Díaz, ya había anunciado que “un colectivo con aire, por sus características, no puede parar cada 100 o 200 metros como se acostumbra actualmente. Porque, ¿qué pasa? El calor va a entrar todo el tiempo y hará que no enfríe el aire, eso a la larga termina haciendo trabajar mal al sistema acondicionador. Lo mínimo que pueden parar estos buses es cada 500 u 800 metros”.

Las empresas que actualmente explotan este servicio están por ahora parando “a la antigua”, ya que el flujo de pasajeros aún no hace que frenen en cada esquina. El tema pasa por el hecho de ¿qué pasará una vez que empiecen a tener más concurrencia?

La “futurología” puede marcar que, o pararán cada cinco cuadras como recomendó el capo de la Cetrapam y mantener el precio en G. 3.400 o ¿se viene un nuevo pecheo de aumento de pasaje para “mantener” el aire en funcionamiento? Al fin y al cabo, el costo del pasaje sin la comodidad del aire no puede cobrarse más de G. 2.300.

Y las calles…

Otra de las excusas que se dejan oír desde el ente que nuclea a los micreros es que las nuevas unidades, por ser medio fifí, necesitan calles de “primer mundo”, y no las porquerías llenas de agujeros que “adornan” nuestra capital y sus alrededores. El bolsillo del pasajero es el que siempre paga.