De acuerdo a lo informado por agencias y medios especializados, entre ellos espectador.com, Kim Kardashian y su esposo Kanye West no quieren que su primogénita -que está por cumplir 2 años- se sienta desplazada, y es por eso que la mediática celebridad decidió anotarla para que asista a un curioso curso en el cual le enseñarán a ser una buena hermana mayor y a compartir la atención de sus padres.
Obviamente, las clases no son nada económicas: cada sesión tiene un valor de 300 dólares. «Kim apuntó a Nori a clases de hermana mayor. Dará clases individuales y en grupo. Parte de las sesiones incluirá jugar con muñecas», dijo una fuente cercana a la familia a la revista Heat.
El padre también está preocupado. «Kanye se niega a permitir que el bebé use la ropa de North, por si acaso termina desarrollando un complejo de inferioridad. Planea gastarse un millón y medio de dólares en ropa de diseñador», expresó la fuente. Agregó además que el rapero está encargado de decorar la nueva habitación para el bebé: «está remodelando por completo una de las habitaciones para invitados para convertirla en un dormitorio. Se fijó un presupuesto de un millón de dólares para los muebles».
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