Tener en casa un perro, un gato, de vez en cuando algún mono o hasta incluso alguna que otra cotorrita es algo muy común. Pero lo que no se ve todos los días, por no decir nunca, es que alguien tenga un pollito ¡de mascota!

Belén Cabral, quien vive en el barrio San Pablo de la ciudad de Asunción, es una de las personas que tienen esta ave como mascotita, que comúnmente suele ser algún plato de comida para alguna que otra familia. Ella también tiene mascotas como un perro, gato y dos hamsters rusos que son parte del hogar.

La pequeña pollita se llama María José, en honor a otra gallina que tenían antes como mascota y que murió con el paso del tiempo por una enfermedad.

“Decidimos volver a tener un angelito plumífero para cuidar de nuevo de ella. Y darle cariño y amor”, expresó Belén, resaltando que la pollita duerme con ellos en la cama. Además, contó que es re-malcriada porque solo quiere andar upa, entre los abrazos de su familia.

“No le gusta estar sola, nos persigue por todas partes diciendo píooo, píooo, píooo y aleteando viene detrás nuestro. Cuando la levantás upa, se calla”, contó.

La joven resaltó que ningún miembro de su familia piensa siquiera en querer comerla en futuro, ya que “la pollita María José es una más de la familia como todas las otras mascotas”.

EL GALLO FELIPE

Con la venida del Papa en julio del año pasado, saltó a la fama el chiquito Ángel, de 5 años, quien tenía un gallo de mascota y deseaba darlo como regalo al Sumo Pontífice. Ese hecho conmovió a todas las personas, ya que con su inocencia y con un humilde corazón él solo pensaba en darle a su mascota al máximo representante de Kirito. Había sido no era el único que tenía una mascota así.