Dos empleadas fueron tomadas de rehenes y luego liberadas tras la “visita” que recibió un despachante de aduanas identificado como Ismael Benítez en su vivienda ubicada en el barrio Los Laureles, de la capital. Según relataron las víctimas, los raptores manifestaron todo el tiempo que la intención era acabar con la vida del hombre.

De acuerdo a los datos policiales, Ismael había salido de la casa cerca de las 05:00, dejando encargada del sitio a una empleada quien había despertado cerca de las 07:00, encontrándose en el sitio con cinco ñatos encapuchados, quienes exigieron que los traslade hasta el dormitorio del dueño de casa. Una vez allí, al no encontrar al hombre, le informaron acerca del motivo de la visita, cual era acabar con la vida de su patrón.

Una hora más tarde, la segunda empleada del hombre llegó hasta el lugar, siendo también abordada por los delincuentes, quienes la llevaron a acompañar a su colega. Eternos minutos vivieron en la habitación, donde los matones exigían informe sobre la hora de llegada de Ismael, a lo que respondió que regresaría cerca del mediodía para almorzar. Cansados de esperar decidieron retirarse del lugar no sin antes advertir que “tuvieron suerte que el hombre no estaba allí o sino los tres iban a ser liquidados”. “Realmente raro” calificaron el hecho agentes intervinientes de la 6.ª Metro.

CON GUARDIA Y TODO

Hasta el lugar llegaron agentes de Criminalística para el levantamiento de evidencias, cerca de las 11:00 llegó Ismael y verificó que los matones no llevaron nada. La vivienda cuenta con guardia de seguridad, quien no se percató de lo ocurrido. Las puertas no fueron forzadas. Investigadores se encuentran vicheando la zona en busca de circuitos cerrados.