Sonia Achar es una joven de 27 años de edad, vive en Asunción y hace un año recibió el peor diagnóstico de su vida: el cáncer del colon. Los médicos veían difícil su situación, no era seguro que la librara, pero las ganas de vivir eran más fuertes, tanto así que a pesar de estar en su peor estado, nunca dejó de sonreír.

En su primera fase de tratamiento logró derrotar por un tiempo a esta terrible enfermedad, pero el mal, empecinado en quedarse, le volvió a brotar. En un momento de debilitad, Sonia empezó a flaquear y el miedo se apoderó de ella, pero algo “divino” pasó que le dio la seguridad de que su batalla está ganada.

“El sábado me dolía mucho la panza y tuve mucho miedo. Ese día me dormí con la imagen del Divino Niño ya que soy muy devota de él” comenzó contando Sonia, sin imaginar lo que estaba por suceder, algo que para ella se le presentó como algo “sobrenatural”, que roza el milagro.

“‘No tengas miedo’ me dijo el Divino Niño. ‘No tengas miedo, haceme caso’, me repitió varias veces. Se me apareció en mi sueño. Eso me emocionó mucho. Él estaba en un lugar hermoso, parecía el paraíso” dijo con lágrimas la joven.

Sonia dijo tener la seguridad de que esta es solo una prueba de fe para ella de que saldrá airosa y más fuerte de esta tremenda batalla que le toca pelear.

Quince millones por remedio

Los médicos le piden a Sonia hacerse una quimioterapia más agresiva que la que ya se había hecho el año pasado, pero el problema es que no hay en ninguna fundación que la ayude, porque los medicamentos que tiene que utilizar son carísimos.

“Cada uno sale 15 millones de guaraníes y me piden siete. Le pedí ayuda a un grupo de motociclistas solidarios y ellos me dijeron que me van a ayudar”, contó. Sonia vive con sus padres y es su papá el único que trabaja.