Parece que la paz “volvió” en Ñemby tras el lío que se desató porque supuestamente iban a demoler la gruta de la Virgen, ubicada al costado de la iglesia. Hugo Céspedes, quien acampó frente a la gruta para custodiar que nadie haga nada en el lugar he’i que el monseñor Joaquín Robledo se comunicó con él y que le dijo que por el momento la gruta no iba a ser demolida. “Me dijo que por el momento no se va a demoler la gruta de la Virgen. Le dije que eso de ‘de momento’ no convence tanto” dijo y agregó: “le solicité que la suspensión sea por escrito y que sea de forma definitiva para la tranquilidad de la feligresía indignada por esta situación. Me contestó con un “quédense tranquilos” y que va a orar por nosotros y por el párroco”, finalizó.
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