• INTUYE. Don Zenen Acosta es uno de los primeros taxistas de luquelandia. Comentó que la Virgen de Caacupé incluso le ayuda a intuir a la mala gente

Zenen Acosta (66) es uno de los más antiguos taxista de Luque, ya que la primera parada que se había fundado es la N.º 2 (la primera fue la del aeropuerto) que está en el centro de la ciudad y donde sigue laburando.

A pesar de que los delincuentes están al asecho de estos trabajadores y cada vez se escuchan más casos de asaltos a tacheros o incluso asesinatos para robarles la recaudación, a don Zenen nunca le asaltaron ni nada parecido, he’i. Según él, eso tiene una explicación muy simple: la protección de la Virgencita de Caacupé.

Mientras muchos de sus compañeros hablan de sus malas experiencias con los malevos, don Zenen no tiene ninguna historia parecida que contar.

“Hace 40 años que le tengo una imagen de la Virgencita de Caacupé en mi vehículo y siempre me encomiendo a ella. Lo más importante es que le tengo fe, por eso nunca me asaltaron ni me pasó nada malo, porque ella me protege”, aseguró muy confiado el karai.

Dijo que incluso hay días que la Virgencita azul le “avisa” cuando son delincuentes los que piden el servicio, he’i. “Siento cuando realmente no son buenas personas, ya me doy cuenta realmente lo que quieren entonces no accedo a llevarles”, siguió.

Le tocó ser papá y mamá

Don Acosta tiene cuatro hijos, tres de ellos ya profesionales gracias a su esfuerzo y sacrificio, pues le tocó ser papá soltero por muchos años: su esposa falleció hace 22 años. “Mi esposa falleció de una enfermedad y yo tuve que hacerme cargo solo de mis hijos. El mayor orgullo que tengo es que son profesionales ya”, contó. Sus comienzos eran “otros tiempos”, h’’i. Ya que la calle era totalmente de tierra y ahora está asfaltada, los taxis eran de colores diferentes.

Sin clientela formada ijetu’u

Ramón Benítez hace 7 años que trabaja en la misma parada. Él comentó que los tiempos son difíciles y si es que un taxista quiere tener éxito, debe formar su clientela propia, ya que los clientes ocasionales nomás no te aseguran nada. “Ese es el tema para que te funcione ahora el taxi. Yo tengo varios clientes a los que todos los días les traslado de un punto determinado a otro”, dijo. Explicó que muchos tacheros nuevos se retiran del rubro por eso.