Gustavo Galeano. CORRESPONSAL

“¡Camila!”, gritó emocionada la abuelita Lucina Salinas, tras unos minutos de quedar sorprendida por lo que en verdad estaba pasando. Durante el canto de “feliz cumpleaños” se le acercó desde atrás una persona que ni ahí ella se imaginaba que sería su hermana Camila, a quien no veía hace como 50 años y con quien soñaba pasar este cumpleaños.

Ocurrió cuando hijos, nietos y amigos de la familia rodearon la mesa con la torta y empezaron a cantar por el cumple de Lucina, una abuelita de 78 años y que hace tiempo dejó a toda su familia en Piribebuy y se instaló en Yaguarón. Pero siempre soñó en volver a reencontrarse con todos, en especial con su hermana Camila. Eso fue lo que declaró hace un mes a Crónica, que para su cumpleaños quería como regalo a su hermanita.

Pero no pensaba que ese pedido iba hacerse realidad. La cumpleañera sintió que alguien de hacia atrás la abrazaba fuerte, no la reconoció, hasta que uno de sus hijos dijo “feliz cumpleaños mamá, ella es tu hermana”.

“Maimína, nde ningo Camila”, expresó Lucina y se escondió entre lágrimas en los brazos de su desaparecida hermana. De esta forma se pudo cumplir con el principal pedido de ña Lucina Salinas, la de volver a encontrar a una de las personas que lleva su sangre de padre y madre, su hermana Camila.

Tecnología ayudó a que puedan dar con la hermana más buscada

Los hermanos Blas y Miguel Peña, en compañía de varios hijos y nietos, fueron los encargados de hacer realidad el sueño de la abuela Lucina. Amanecieron en la ciudad de Piribebuy, lugar donde según los datos se encontraba el “regalo” de la fecha, Camila, la hermana perdida de la mamá grande.

Según los parientes, la tecnología fue fundamental para rastrear los pasos de la señora Camila, que había sido no vivía tan lejos de quien la buscaba con desesperación. Su morada fue ubicada en la compañía Naranjo de la ciudad de Piribebuy, a 30 km del casco urbano de donde fue trasladada hasta el km 54 de la ciudad de Yaguarón, donde se preparó el escenario para el esperado momento.

Hace un mes hizo su pedido a los lectores de Crónica avei

Apenas se reconocieron, Lucina y Camila se volvieron inseparables. Pasaron todo el día juntas, se sentaron a tomar unos mates e incluso se acostaron juntas en la misma cama para descansar un rato. Pero Lucina no pensó que le iban a cumplir su sueño. Hace apenas un mes, Crónica contó su historia y entrevistó a su nieta Carolina Peña, quien en esa ocasión comentó que la abuelita soñó dos veces con su hermana y hace meses que está con el pedido de querer verla otra vez. Ese sueño ya se le cumplió.