- GRAN ESFUERZO. Los equipos que participaron del operativo de búsqueda del avión siniestrado tuvieron un gran desafío
- DESDE EL SITIO. El bombero José Mutti habla del operativo tras la caída de la avioneta en la que fallecieron Gneiting y otras tres personas
AYOLAS. La noche del miércoles se quebraba con la terrible noticia: una avioneta en la que viajaban el ministro de Agricultura y Ganadería, Luis Gneiting, el viceministro Vicente Ramírez, el piloto Gerardo López y el funcionario Luis Charotti, caía a pocos minutos de despegar del aeropuerto de Ayolas.
Desde ese instante, un gran operativo de rescate se ponía en marcha en medio de la noche fría. La temperatura en la zona se encontraba cerca de los 10 grados centígrados y sumando al terreno de humedales, hacía que el rescate sea de un grado de dificultad extremo.
“Sin duda fue el trabajo de rescate más difícil que nos tocó hasta hoy. Nosotros somos un equipo de bomberos forestales y estamos acostumbrados a entrar en esteros, pero esta situación fue muy complicada”, explicó el capitán mayor, Jose Mutti, comandante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Ayolas, quien tiene 30 años de trayectoria en el campo.
“Hubo el aviso y mientras nos organizamos a eso de las 20:00, entramos con el anfibio en la zona para empezar a buscar y de ahí volvimos a salir a las 05:00 del día siguiente, hora en que se acercaron los aviones”, contó el bombero. “Desde que empezó la tarea en el lugar hasta que se hallaron los cuerpos probablemente fueron unas 12 horas de trabajo continuo. El derrame de combustible también fue un agravante para el procedimiento. Los equipo siguen allí porque se va a hacer un drenaje del lugar para poder hacer la investigación”, señaló el comandante del grupo ayolense, que estuvo integrado por unos 10 miembros que trabajaron en conjunto con otros equipos de rescate.
“Obviamente, teníamos esperanza”
El capitán José Mutti comentó que esas primeras hora se vivieron de forma muy intensa, ya que sin tener todavía toda la información, iniciaron la búsqueda con la esperanza de encontrar a los tripulantes con vida. “Obviamente, teníamos esa esperanza. Tuvimos toda la idea de que podían haber intentado aterrizar, ya que era terreno blando donde podrían haber amortiguado la caída”, agregó. Ya al llegar al lugar y ver in situ las condiciones en que cayó el avión, las expectativas se diluyeron.
9 HORAS
Es el promedio de tiempo que estuvo internado de forma continua el capitán Mutti en la zona, buscando la avioneta estrellada.
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