EMIRATOS ÁRABES. Munira Abdulla tenía 32 años cuando se lanzó sobre su hijo para protegerlo del impacto de un autobús, accidente en el que recibió un fuerte golpe en la cabeza que la sumió en un coma durante décadas.
Aquel día de 1991 había pedido a su cuñado que la llevara a recoger al jardín de infancia a su hijo Omar Webair, que entonces tenía cuatro años. Como no había transporte escolar disponible, necesitaba que un familiar la alcanzara.
Se encontraba internada en este centro sanitario europeo cuando Omar Webair, de 32 años, tuvo una discusión con el personal médico y ella creyó que estaba en riesgo, lo que le causó un shock.
Al escuchar los gritos, su madre comenzó a sollozar. “Estaba haciendo sonidos extraños y llamé a los doctores para que la examinaran. Ellos dijeron que todo era normal”, explicó.
Tres días después, en medio de la noche, Omar despertó al escuchar cómo su madre decía su nombre. “¡Era ella! Me estaba llamando. Me sentí volando de alegría. Durante años había soñado con ese momento, y mi nombre fue lo primero que dijo”, contó.
Comentarios