Ña Casimira Vera Bray es un fiel reflejo de la guapa mujer paraguaya. A sus 85 años sigue trabajando todos los días como pasera en el paso fronterizo Encarnación-Posadas.
La abuelita comentó que no quiere dejar su trabajo porque lo ama y también porque ya tiene toda una clientela formada y a la que no quiere fallar. “Gracias a esta labor pude educar a toda mi familia”, sostuvo. Comentó avei que a pesar de la situación crítica del vecino país, tiene su grupo de clientes que siempre le compra “alguito”.
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