David hace poco nomás que empezó a pintar estos geniales murales allá. Una de las imágenes que plasmó es el Parque Nacional Vapor Cué. Además, se gana el pan de cada día como constructor en la ciudad de Nueva York

Hace poco, David González (34), un compatriota oriundo de la ciudad de Caraguatay, departamento de Cordillera, emprendió viaje a Nueva York, EE. UU. El clásico motivo de “buscar un futuro mejor” fue lo que lo impulsó a dejar a los suyos e ir a trabajar duro en el país del Norte.

Empezó como ayudante de delivery de materiales y como limpiador, luego se volcó a la construcción de edificios (hasta ahora). Pero David decidió que ya era hora de dejar florecer el talento que lo acompaña desde niño: el dibujo y la pintura. Por eso es que empezó a pintar murales en el país yanqui. Algunos lo “transportan” directamente al país de sus amores: Paraguay. Pues David plasma en muchos de ellos escenas e imágenes de su tierra guaraní.

“Sé dibujar desde niño. Pero en la adolescencia fue que empecé a explorar mi habilidad en mi colegio querido. “Hacía murales para cada fecha a conmemorar, con una profesora de la institución. Acá empecé ahora a hacer unos trabajos. Son pedidos de compatriotas que están acá, algunos tienen sus locales y para eso solicitan”, relató.

Uno de los murales que hizo recientemente muestra justamente la imagen del Parque Nacional Vapor Cué, que está ubicada en la ciudad que lo vio nacer. “Lo hice para un amigo que inauguró recientemente su carnicería”, detalló. Además, plasmó en imágenes el puente Brooklyn y la Estatua de la Libertad, que están en el país que lo abriga.

Trabajar allá no es para flojos, cuenta

Hace un año que David está trabajando en el país del Norte. He’i que a diferencia de lo que muchos piensan, la vida en yanquilandia no es fácil. Se trabaja bastante duro para llevar el pan diario a la casa. “Algunos piensan que acá se gana fácil el dinero. Se gana bien de acuerdo a cómo te sacrificás. Este país no es para cualquiera porque hay que darle duro al trabajo”, expresó.

Contó que empezó como ayudante de delivery de materiales y como limpiador. “Después, como en ese trabajo no ganaba tanto, decidí meterme en el ámbito de la construcción. Soy clavador y ayudante en colocación de paneles de yeso. De los paneles se hacen las paredes y el techo, van clavados”, siguió.
David vive en Nueva York, específicamente en Queens. Trabaja 8 horas al día, de lunes a viernes, y a veces los fines de semana.

Asadacho y el tereré son infaltables

El día a día para David es agotador, pero todo se hace mucho más pasable cuando llegan los fines de semana de asadacho y tereré con compatriotas que también están allí laburando a full como él. El guaraní es infaltable en esas reuniones y de esa manera sienten que están en un ambiente familiar. “Somos como una gran familia cuando estamos juntos. El asado y el tereré no pueden faltar en cada reunión y mucho menos las bromas a lo paraguayoite”, expresó.

David vive allá con su pareja, no tiene hijos, pero sueña con tenerlos y con volver al país para emprender un proyecto de trabajo y generar puestos laborales.

AGRADECIDO
David aprovechó para agradecer al señor Francisco Vergara de Fv Producciones por ayudarle a realizar los murales. He’i que es un amigo paraguayo que lo apoyó.

INAUGURACIÓN
Hace poco nomás hicieron la inauguración de la Carnicería Paraguaya Caraguatay, de un conocido y amigo para quien pintó uno de los murales y hasta le entrevistaron.

AÑORANZA
David reconoció que aunque en Paraguay es difícil salir adelante si no estudiaste una carrera, la añoranza que uno siente al estar lejos no se puede comprar con nada.