Con ayuda de cámaras de circuito cerrado y de los vecinos, agentes de la 21.a de Asunción dieron con el mondaha desinformado
Durante el fin de semana, aprovechando la soledad de una iglesia por la cuarentena, un delincuente se metió a la parroquia Santísimo Redentor de Barrio Obrero y se alzó con el Santísimo que estaba protegido por las velas. Pero la historia solo empieza ahí debido a que “por la gracia de Dios” muchas personas se hicieron eco de lo sucedido y lo compartieron por las redes sociales.
Ahí fue que agentes de la Comisaría 21.a de Asunción empezaron la investigación para poder capturar al mondaha. “Nosotros empezamos a hacer un rastrillaje por la zona de Santa Ana. El detenido ya es muy conocido y gracias a sus propios vecinos logramos ubicar su domicilio”, dijo el suboficial inspector, José Villamayor. En medio de vicheos en cada agujero del barrio, los polis lograron divisar al “ladrón de fe” quien recorría campantemente por la zona hasta con la misma ropa. “Le vimos y cuando él se percató que íbamos por él, quiso correr, pero al final logramos capturarle”, relató el poli.
El sub’o Villamayor explicó a Crónica que el detenido les confesó que no sabía exactamente de qué se trataba el objeto que robó. “Le vendió a su vecino por 10 mil guaraníes. Le dijo que era un portarretrato que su hermana le regaló a su mamá y que quería vender para tomar un poco más”, he’i. Aseguró que después de explicarle la sitú, el ñato decidió devolver el objeto santo para colaborar con la investigación •
Vendió enseguida porque quería bajarle al chupi he’i
Villamayor contó que al dar con el ladrón, el mismo no tenía en sus manos el objeto santo por lo cual tuvieron que hacerle una interrogación mbarete. “El detenido confesó después que ni bien salió de la iglesia ya se fue a venderle a su vecino, alegando que quería tomar más”, le bajó avei el sub’o.
Luego de la aprehensión, los volái se fotearon con el detenido y el Santísimo que fue rescatado milagrosamente.
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