ITALIA. Un extraño pedido llamó la atención, el alcalde de Módica, una ciudad de la provincia de Sicilia, he’i a los contribuyentes “Háganse el test, aunque sus esposas los echen de casa”. Fue ante la aparición de un caso positivo de covid-19 en una trabajadora sexual, se desató el guarara. Piden a los clientes que cuanto antes se sometan al hisopado, para evitar la propagación del virus.
El alcalde de la pequeña localidad, Ignazio Abbate, indicó a un medio local que si calculan que la mujer atendió a un promedio de dos o tres clientes por día durante 10 días, unas 20 a 25 personas pudieron haber contraído el virus y a la vez infectado a otras personas.
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