MEDIO DE VIDA. De casualidad descubrió su talento para ser cocinero. Hoy tiene casi 400 mil seguidores en Facebook, millones de reproducciones de sus videos y la cocina se convirtió en su medio de vida. “Me pagan por hacer lo que me gusta”, nos cuenta.

Algunos chef enseñan a cocinar en televisión. Guido Penayo lo hace desde su casa, en el campo, allá en Maracaná, en el departamento de Canindeyú. Con su estilo humilde, sin filtro, sin poses, enseñando sus recetas en ese dulce guaraní bien de tierra adentro, este “chokokue” supo conquistar al público a través del Facebook.

Lo que en principio era un entretenimiento para él, hoy es su medio de vida. Se volvió tan popular que le pagan por ir a eventos, a cumpleaños, para preparar algunos de sus platos típicos paraguayos. También se convirtió en “influencer” y ya tiene dos sueldos de marcas relacionadas a la cocina. Y su popularidad le hizo llegar a varios programas de televisión.

Guido habló con QTal! Nos contó cómo es su vida, en guaraní como a él le gusta.

– ¿En qué parte mismo está tu casa, Guido?

– Yo estoy en Maracaná, Canindeyú, pero en el campo, a unos 15 kilómetros de la ciudad.

– ¿Cuántos son en tu casa?

– En casa estamos 4, con mi mamá y mi papá. Che ipahague.

– Sos furor en el Facebook por tus recetas de comidas, ¿cómo surgió todo esto?

– En el 2017 alcé una foto. Vi que le gustó a la gente y fui alzando otras y otras. Eran cosas sencillas que se hacen por acá, como chipa mandi’o, por ejemplo. Después la gente ya me pedía la receta. Un día me animé, mi mamá me grabó el video y me ayudaron a editar. Yo no sabía cómo hacer eso. Después alzamos y se viralizó. Millones de reproducciones ya tuvo.

– ¿Qué preparaste?

– Siempre cosas típicas. Una de mis primeras recetas fue kosereva, que es un dulce típico paraguayo. Se hace de apepu y miel de caña. Como postre es muy rico. Como vi que le gustaba mucho a la gente, ya fui subiendo un video por semana. Hacía sopa paraguaya, rora, chipa, de todo un poco de lo que sea comida tradicional.

– ¿Los ingredientes tenías todo ahí, te llevaba más plata preparar para los videos de lo que te costaría preparar para comer en familia nomás?

– Llevaba plata, sí me costaba más. Yo trabajaba en albañilería y también en la chacra para cubrir los gastos. Tiempo después la gente empezó a contratarme y con eso juntaba un poco de plata para seguir con mis recetas y los videos.

– ¿Te contratan para cocinar?

– Sí, me llevan a Asunción, Curuguaty, Salto del Guairá. A Asunción lo que me voy más. Después de la pandemia bajó un poco, pero me sigo yendo.

– ¿Vos ponés tu precio o ellos te dan lo que quieren?

– A mí me preguntan y yo pongo mi precio. Con eso salvo todo. Ahora tengo también sueldos de una marca de ingredientes y de cubiertos. Me pagan mensualmente. Gracias a todo eso ya le pude renovar su casa a mamá.

– ¿Cómo hacen para contratarte?

– Me escriben en el Facebook. Ahí yo les respondo. Viernes, sábado o domingos me suelen llevar.

– ¿Qué es lo que más te piden?

– Me piden chipa guasu, sopa paraguaya, el famoso mbeju. Eso es lo que más piden.

– Sos todo un artista de la cocina ya entonces, se convirtió en tu profesión. ¿Sacás más plata con esto que trabajando en la chacra?

– Saco más plata. En la chacra no hay nada. Mucho tengo que esperar para hacer algo de plata. A veces sale bien y no tiene precio. Igual acá plantamos cosas para consumo, maíz, mandioca, cebolla, locote, orégano… Tenemos todo. Huerta y chacra.

– ¿Ejecutás algún instrumento?

– Estoy aprendiendo a ejecutar el arpa. Mi idea es poder hacer un show completo más adelante. Cuando me contratan quiero tocar el arpa también mientras mi comida se está cocinando.

– ¿Estás soltero?

– Tenía algo, pero me quedé soltero. Nada serio…

– ¿Cómo te ven en tu valle, siendo vos cocinero?

– En principio me costaba, no era bien visto. A nosotros los paraguayos nos cuesta un poco ver a hombres cocinando. Yo mismo no quería ni salir al comienzo. Pero después cuando me vieron en las redes, cuando vieron que la gente me felicitaba, que mucha gente me seguía y que les gustaba, ahí empecé a sentir el apoyo de mi valle. Ahora no me puedo quejar, me apoyan, me respetan. Incluso, algunos gastan por mí, jaja…

TELEVISIÓN

-¿Te gustaría cocinar en televisión?

– Me suelen invitar a los programas. Ya me fui a varios, pero por ahora siento que estoy bien aquí. En mi pueblo estaba haciendo un programa de radio, presentaba música. Tenía mi bloque de banditas.

– ¿Si la oferta no es muy buena no querés dejar tu valle?

– Creo que a la gente le gusta más que yo haga mis videos en casa, en este ambiente. Acá todo es más tradicional, más típico. Las marcas que me llaman también me suelen preguntar si yo voy a seguir acá o si me voy a ir a la ciudad. A ellos también les gusta más que yo esté acá. Ya me llamaron para ir a trabajar en Asunción, pero por ahora prefiero quedarme, demasiado bien estoy acá.

– ¿Tenés algún sueño?

– Mi sueño es tener un restaurante de comidas típicas. Ojalá, más adelante. No hay que perder la esperanza.

– ¿Algún secreto que puedas revelar de tus comidas típicas?

– El bori bori, por ejemplo, algunos se preguntan por qué las bolitas se les rompen. Tienen que ponerle aceite. Algunos quieren hacer dietético parece y no le quieren poner aceite, pero sí o sí necesita.

ASÍ APRENDIÓ

Guido nos contó que de grande ya aprendió a cocinar. “En casa tengo un hermano que a los 12 años se enfermó y mi mamá le tenía que cuidar. Eso me obligó a aprender a cocinar. Antes solo ayudaba a preparar el fuego y entraba a la cocina solo para preguntarle a mamá si ya íbamos a comer jaja…”, nos comentó Guido. Pero las circunstancias de la vida le convirtieron en el cocinero de la casa. En principio, cuando estaba en pleno aprendizaje, se le llegó a quemar la comida y también a pasarse con la sal, nos contó. “Cuando empecé recién preparé tortilla so’o. Ni yo no pude comer por la sal que tenía jajaja”, recordó.

• Fotos: Gentileza de Guido Penayo.