Según la denuncia, algunas menores en Pedro Juan Caballero terminaron embarazadas por culpa de los lobos disfrazados como corderos ndajeko.

Ya ocurrieron muchos casos donde personas utilizan la Palabra de Ñandejára para hacer sus macanadas fuera de la ley.

En este caso el pecado es mucho más grave. Varias comunidades indígenas de la ciudad de Pedro Juan Caballero denuncian abusos por parte de un grupo de pastores que realizan jornadas religiosas y que aprovechan las mismas para abusar de menores de edad y hasta las dejan embarazadas. Además, los acusan de robar el diezmo a los prójimos de la platita que reciben de su Tekoporã cada dos meses.

Osmar Valenzuela, un defensor de los derechos indígenas, en comunicación con Crónica contó que ya hay muchas quejas sobre la presencia de estos “religiosos” que construyen sus iglesias en diferentes comunidades. Algunas de ellas serían Pãi Retâ Joaju, Pãi Tavytera, Pãi Rekopáve y Pãi Jopotyra.

“Se denunció que hay pastores que le quitan el diezmo del beneficio Tekoporã que tienen los indígenas, ellos (por los indígenas) no saben usar el cajero automático, entonces les entregan sus tarjetas a los pastores para que ellos cobren y entonces estos religiosos les dan la mitad de su plata nomás ya a las integrantes de las comunidades”, he’i Valenzuela.

Pero la denuncia mucho más grave se da en los casos de embarazos de menores de edad de entre 12, 13 y 14 años que estarían siendo cometidos por los pastores ndajeko.

“Ellos supuestamente van para rezar. Hacen por ejemplo encuentro de jóvenes y ahí aprovechan para cometer lo que van realmente a hacer. Hay embarazos de menores de 12, 13 y 14 años”, agregó el activista.

Los líderes de las comunidades pidieron ayuda a la asesoría jurídica de la Junta Departamental de Amambay para poder realizar una denuncia formal ante el Ministerio Público y que se puedan tomar cartas en el asunto.

Construyen pequeñas iglesias donde hacen los encuentros

Valenzuela comentó a diario Crónica que estos pastores construyen varias iglesias en las comunidades y que pidieron a la Junta Departamental ayuda para que paren las edificaciones y que se vayan del lugar.

Las iglesias son precarias, pero aun así no tienen autorizaciones para ser construidas. Están hechas de manera que, según los datos, puedan albergar de manera íntima a las jóvenes. Los “religiosos” visitan las comunidades cada 8 días donde realizan oraciones y encuentros juveniles.

Un caso que se dio hace unas semanas involucró a una menor de tan solo 11 años de edad que fue llevada por un pastor para convivir con él y luego de unos días fue liberada nuevamente, según la denuncia.

Hay casos de prostitución avei en niños y niñas, según dijeron

Las menores de las comunidades indígenas se ven afectadas en primer lugar por la prostitución, tanto niñas y niños, que son obligados a vender sus cuerpitos a cambio de un poco de dinero.

También se habla de trata de personas, ya que hay un registro de 80 personas que fueron llevadas a Brasil y tienen el reporte de que uno de ellos había fallecido en una situación poco clara.

Su cultura y costumbres se ven vulneradas por estos pastores que comenten todo tipo de hechos punibles en la zona afectando la salud de menores y adultos en algunos casos que son visitados constantemente por estas personas con un megáfono en mano.