La furia de la naturaleza se dejó sentir con todo en nuestro país esta semana que se fue. El arranque de la misma presentó un cuadro desolador en el Norte del país, donde el departamento de San Pedro fue el más afectado. El viernes le tocó el turno a Central y ayer nuevamente lluvias sacadas de los mejores párrafos de las películas de profecías bíblicas volvieron a arrasar en la zona de Concepción y Amambay.

Los reportes hasta el sábado a la mañana hablaban de alrededor de 1.300 familias afectadas, que en algunos casos lo perdieron todo, de acuerdo a lo que se indicaba desde la  Secretaría de Emergencia Nacional (SEN). Sin embargo, son conscientes que este número seguirá subiendo, teniendo en cuenta los destrozos que se produjeron nuevamente entre la madrugada y mañana de ayer, más los aún no reportados en el Norte del país.

En el departamento de Amambay, la ciudad fronteriza de Capitán Bado quedó aislada, ya que la ruta que normalmente utilizan para salir por territorio paraguayo fue “tragada” por las aguas; en tanto que el camino alternativo del lado brasilero “desapareció”, luego que la corriente del agua lleve todo a su paso.

CAÍDAS Y TECHOS VOLADORES

Las principales pérdidas pasan por techos voladores, en su mayoría chapas y estructuras de material que ceden ante la gran cantidad de agua que choca contra las mismas, haciendo que que con sus caídas no solo se destrocen las cosas materiales sino además provoquen lesiones y hasta la muerte en quienes habitan adentro.

CALLES SON RÍOS

Las fuertes lluvias que se dieron en las primeras horas de ayer hicieron que varias ciudades en el Norte del país se vean profundamente afectadas, como es el caso de Concepción, capital del primer departamento de la República.

La cantidad de agua que cayó superó por lejos la capacidad de absorción del suelo y esto provocó que en un abrir y cerrar de ojos varias calles de la ciudad se transformen en ríos, generando todo tipo de inconvenientes y destrozos a su paso. Lo único “bueno” dentro de todo este terrible momento que estuvieron viviendo es que no se registraron fuertes vientos.

Donde sí la naturaleza “sopló” con todo fue en Yby Yaú y Azotey, del mismo departamento, provocando serios destrozos. Muchas casas de las zonas aledañas al casco urbano se vieron seriamente afectadas. En algunos casos, las chapas llegaron a salir despedidas hasta unos 100 metros.

SALEN LOS MILICOS

Joaquín Roa, capo de la Secretaría de Emergencia Nacional, dijo que a partir de este lunes las Fuerzas Armadas reforzarán el trabajo de socorro a los afectados por las tormentas con 15 camiones y personal del Comando de Ingeniería, que además ayudarán a la limpieza de canales y otras tareas. El ministro de Salud, Antonio Barrios, ha puesto a disposición todas sus regiones sanitarias para acompañar el trabajo.