• Cuidar los detalles pequeños como el trato, el respeto, tolerancia y ponerse en los zapatos del otro. Consejos que tenés que ir apuntando si querés pasarla de lo mejor con tu media naranja

Cuando nos preguntamos qué puede destruir una relación, por lo general lo primero que salta en nuestros pensamientos es la infidelidad, pero hay otras cosas que afectan negativamente.

Los amigos del Facebook compartieron sus opiniones con la “Doctora Amor”, como Víctor Blanco, quien sostiene que generalmente “las suegras” son nocivas para la relación. Si bien este comentario puede parecer simpático no deja de tener del todo la razón.

Se dan casos en que no cortar el “cordón umbilical” puede afectar a la pareja, algunos sobrellevan la “intromisión” constante en las decisiones que tendrían que ser exclusivas de la pareja, en otros no, y se dan los roces que de a poco van afectando el caracú de la relación.

Para Eva Zunilda Alcaraz, los malos tratos, la intolerancia son factores que atentan contra, así también Diego Zulián agrega la falta de confianza y celos como puntos de ruptura con los que coincide Natalia Martínez. A este comentario se sumó Luis Herrero diciendo que cuando ya no hay confianza cualquier excusa es buena para destruir una relación.

Algunos se animaron a contar desde su experiencia como el joven cantante –quien escribe desde España– Alfredo Alejandro, que después de la infidelidad lo que mata es la falta de atención.

“Cuando yo necesito la atención de mi pareja y ella no me lo da, pues poco a poco eso lo va destruyendo. Por otro lado, cuando estás en una relación los dos necesitan comunicarse… Y no ponerse celoso sin decir lo que molesta realmente antes.

Es un tema profundo, pero… Lo importante son la confianza y el amor”, indicó.

Otra de las seguidoras que la tiene clara es Maura Escobar, quien afirma que la falta de comunicación mata todo intento de armar una historia de amor.

Refiere que si no sabemos qué es lo que le pasa a nuestra pareja, ¿cómo podremos ayudar o mejorar?, cuando uno de los dos quiere que “leamos la mente”.

Se explayó en su comentario diciendo que las dudas provienen cuando la otra persona piensa mucho y no dice qué pasa por su mente, quizá algo que no le gusta de pareja que quiere decir pero teme a que peleen, se puede tratar de algún problema familiar suyo o el de la pareja y prefiere callarlo, entonces las dudas en la cabeza aparecen. “Uno lo primero que imagina es ¿en quién estará pensando?, ¿con quién estará escribiendo que está tan concentrado?, ¿por qué será que no me responde o prefiere huir cuando le preguntó qué pasa?…”, indicó.

La verdad que toda esa maraña de ideas generan dudas y cosas que uno se imagina que quizá ni existan, capaz sean problemas en el trabajo, con algún amigo y mucho más, agregó.

Otro detalle que describe Silvia Martínez es caer en la rutina. “La falta de interés hacia la pareja, olvidarse de los detalles pequeños que alimenta día a día el amor, detalles que no se compran con dinero, el trato, el respeto, la sinceridad, comprensión y tolerancia . El diálogo y también la fidelidad”, dijo.

Para cerrar el debate, los participantes coincidieron en la importancia de cuidar y valorar a la pareja, puntualizó Lucy Verón.

¿Cómo dominar el mal genio?

La mayoría apuntó al trato, la forma, el contexto de la relación, esa interacción de ser “compinches” en hablar de frente se pierde un poco en la mayoría de las parejas que se separan por el mal genio de uno de los tortolitos.

Agrega Miriam Martínez que el mal carácter que muchas veces se maquilla a los inicios del idilio también influye y que lo peor para alguien es encontrarse con la sorpresita de que no era lo que aparentaba. Los enojos son un veneno para toda relación, sostiene en el libro “Superando la ira pecaminosa. Cómo dominar las emociones y traer la paz a su vida”, de T. G. Morrow, aunque se dirige a un público católico, el contenido es válido para cualquier matrimonio.

Habla de la experiencia del enojo, que puede ser natural y correctos, pero a la vez incontrolable en respuesta al comportamiento de otros. Es importante darse cuenta de que pueden ser algo serio, especialmente si cuenta con arrebatos mayores que dañan a otras personas.

A pesar de que el sentimiento de ira es natural e imposible de evitar, Morrow asegura que es importante conocer cómo expresar el enojo y la disconformidad de una manera efectiva y positiva.

El primer paso es decidir si vale la pena enfadarse: “La gente se enfada por pequeñeces, cosas sin importancia”, afirma. “Hay que pensar “¿Vale la pena enfadarme por esto? Si no, déjalo pasar. Simplemente olvídalo”.

Si el enojo está justificado, la confrontación puede resultar algo positivo para el otro, en ese caso usa el humor y la diplomacia para expresarlo. Pero si la confrontación no hará mejor al otro, entonces puede aplicarse el silencio y esperar un mejor momento para conversar.

¿Qué situaciones son nocivas para la pareja?

Maura Escobar, Capiatá

• “Si no habla de lo que le pasa es porque no hay confianza y sin eso no existe la relación, no prospera, todo lo malo o la raíz de las rupturas de pareja para mí particularmente proviene de la falta de comunicación”.

Eva Zunilda Alcaraz, Paraguarí

• “Los malos tratos, la intolerancia, hay varios factores. La infidelidad viene a ser un complemento nada más para el fin de una relación”.

Diego José Zulián Benítez, Asunción

• “Cuando ya no hay un relacionamiento y confianza celos se apoderan de la pareja, también son punto de ruptura, me pasó a mí por eso estoy soltero”.

Alfredo Alejandro, España

• “En una relación, después de la infidelidad lo que mata es la falta de atención. Cuando yo necesito la atención de mi pareja y ella no me lo da cuando lo necesito realmente, pues poco a poco eso lo va destruyendo”.

Miriam Martínez, Lambaré

• “El mal carácter de uno de los cónyuges deteriora el relacionamiento…, lo peor para alguien es encontrarse con la sorpresita de que no era lo que aparentaba”.