- HÉROE. Al ser sordomudo, se dio cuenta que las señas de la mujer que se estaba ahogando no eran un juego, sino un pedido de auxilio
ENCARNACIÓN. Era cerca de las 18.30 del pasado domingo. El clima se prestaba para darse un lindo chapuzón en la Perla del Sur. Mucha gente aprovechó esto y fue directo al agua para refrescarse. En medio de la distracción, la alegría casi se transforma en tragedia, sin que nadie se dé cuenta.
Una joven, en las aguas del río Paraná fue llevada por la corriente hasta un punto donde su vida entró en peligro. Ella es sordomuda. Comenzó a hacer gestos pidiendo auxilio, sin poder gritar. Nadie entendió lo que estaba pasando, a excepción del bombero Carlos Vera (37), también sordomudo, quien al momento reaccionó.
Atropellando lo que había a su paso, en medio de la gente se metió al agua y fue derecho donde estaba la mujer. Recién ahí, los otros presentes entendieron qué estaba pasando. Admirados por su determinación y valentía, el murmullo se transformó en un silencio cargado de expectativa. De tensión. De corazones palpitando al ritmo del Padre Nuestro. Eran testigos de cómo un héroe salvaba una vida.
Finalmente, Vera logró rescatar a la mujer incluso arriesgando su propia vida. “Una vez que él se dio cuenta ingresó directo al agua y la rescató. Tragaron agua pero pudieron salir salvos. Pasa que la joven cruzó la valla de seguridad hasta donde se permite y la fuerte correntada la llevó”, informó Marcelo Ayala, comandante del Cuerpo de Bomberos de la ciudad de Encarnación.
El tenso silencio estalló en medio de aplausos de corazón. Lágrimas de emoción fueron el reflejo del crudo momento que se vivió y que muchos no supieron ver. Solo Carlos fue capaz de entender el desesperado grito silencioso de una vida que se apagaba, y mediante una determinación heroica, le devolvió esa luz que parecía desvanecerse, dejando sin palabras al rollo.
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