Resistentes, duraderos, de lucha como se dice, en los locales de carga de saldo podés verlos aún. Son los teléfonos viejos tipo “ladrillitos” que se usan para recarga de saldo, llamadas, mensajes o jueguitos para entretenimiento. Puede que los teléfonos inteligentes sean el último grito en tecnología, pero al parecer no funcionan tan bien como los teléfonos móviles más básicos de hace una década.

“Tiene jueguitos menos agresivos, como el tetric o viborita que le podés dar a la criatura tranquilamente”, indicó Beatriz Alcaraz de Fernando de la Mora.

Para ella son mejores y duran más “toda la vida”, además son más económicos y de fácil manipulación, lo puede usar desde un niño hasta un adulto mayor.

En cuanto a las baterías duran mucho más que un teléfono inteligente que a la media hora tenés que volver a enchufar para usarlo. Otra ventaja es que si se te cae no se destartala así así nomás y si por ahí se te rompe la carcaza, podés conseguir repuesto con los técnicos de celulares y lo bueno es que todavía lo podés encontrar en los mercados desde 50 a 100 mil guaracas nuevitos.

Pero esta afirmación también fue, hace poco, objeto de estudio de Ofcom, el regulador británico de la industria de la telefonía móvil.

La investigación halló que los celulares sin lujos o del pasado proporcionan un mejor rendimiento de la señal para hacer llamadas y enviar mensajes de texto que los smartphones modernos con precios de novela vendidos como agua últimamente.