• PLATAL. La modelo tenía en su habitación el equivalente a más de 100 millones de guaracas

La bella y guapa modelo Ana Ríos, fue víctima de un robo millonario en la noche del domingo. Los ladrones entraron a su casa y se alzaron con 18.000 dólares, que equivalen a más de 100 millones de guaracas.

“Por suerte, yo no estaba en el momento en que entraron. Igual, se encendió la alarma y fueron minutos de terror”, empezó contándonos Ana.

“Menos mal yo no estaba, pero cuando me informaron de la alarma ya supe que se entró. Los fines de semana suelo descansar en mi casa, pero justo esta vez salí, estaba en la fábrica (de panificados), haciendo desarrollar productos nuevos. De ahí pasé a Caacupé y a la vuelta la gente de monitoreo (a distancia) me llamó para avisarme que se disparó la alarma del pasillo”, relató la modelo y empresaria.

“En ese momento pedí que envíen patrullera. Cuando llegué entramos con los de seguridad, con miedo, por si estaban todavía dentro de la casa. Adelante estaba todo bien, abajo también. Cuando llegamos al pasillo vimos que arriba estaba abierta la ventana”, contó.

– ¿Entraron directamente a tu habitación, sabían que allí tenías plata?

– Encontraron mi habitación, se forzó la ventana. El que entró o los que entraron, pasaron por una casa en construcción que está al lado, burlando toda la seguridad. Porque mi casa tiene cercado eléctrico, cuchillas, sensores y cámaras. Al pasar por arriba ni la cámara pudo captar lo que sucedió. En cuanto al dinero, no creo que alguien haya tenido la información, porque yo no le hablo a nadie de dinero, me manejo muy bien en ese sentido. Creo que entraron nada más y justo se dio la casualidad que yo tenía en la habitación ese monto.

– Es mucha plata, ¿por qué tenías ese monto en tu habitación?

– Porque esta semana teníamos que viajar a San Pablo para comprar una máquina nueva para la fábrica. Hicimos una venta y hoy (por ayer) tenía que ir a depositar en el banco. No soy de tener dinero conmigo. Yo creo que se dio nomás que justo coincidió que ahora tenía. Realmente nadie sabía que yo tenía conmigo ese dinero.

– ¿Ya tenés pistas?

– Pedimos ayuda a la Policía. Los de Investigación levantaron las muestras. Pero parece que usaron guantes, porque no dejaron huellas.

– ¿Qué creés que hubiera pasado si vos estabas en tu casa?

– Ni me quiero imaginar, porque yo iba a reaccionar. Menos mal no estaba.

– ¿Cómo vas a recuperar esa plata, cuánto trabajo te cuesta ganar ese dinero?

– Con mi familia somos gente de trabajo. Lo material se recupera. Sabemos trabajar y tenemos para trabajar. Es triste, pero trato de ponerme fuerte. Lo que me preocupa es que días antes ya había pasado algo. Mi camioneta llantó y me sacaron 10 clavos de la cubiertas.

– ¿Creés que ya te estaban persiguiendo?

– No sé, pero ahora voy a tener que reforzar mi seguridad. Saliendo de un lugar me marcaba en el tablero que estaba en llanta. Fui así hasta una estación de servicios y presioné el botón de auxilio, porque tengo rastreo satelital con una empresa de seguridad. Ellos se fueron a asistirme y encontraron los clavos.

– ¿Quedás con miedo ahora, vas a mudarte?

– Miedo yo no le tengo a nadie. Pero sí, como te dije, voy a tomar más medidas de mi seguridad en todos los sentidos.