- CASOS. A lo largo de los 105 kilómetros los pequeños “panteones” tienen sus diferentes historias. “La mayoría sigue entre nosotros”, dijo un vendedor
Están ahí, al lado de un negocio, en un patio baldío o simplemente en la vereda, producto de algún accidente rutero, asesinatos, etc. Algunos de gran tamaño, otros pequeños, pero con un gran valor sentimental para familiares y hasta extraños.
A lo largo de la Ruta 2 “Mariscal Estigarribia” es hasta si se quiere “normal” mirar a uno de los costados y ver los nichos de personas fallecidas en el lugar.
Desde el kilómetro 24 (Capiatá) hasta el kilómetro 129 (Coronel Oviedo) existen casi 350 especies de “panteones” que adornan el tramo y recuerdan la muerte de una persona.
“La mayoría sigue entre nosotros”, dijo don Carlos Maldonado, vendedor de binguitos en el kilómetro 27. Sus dichos coinciden con los de muchas personas que transitan o viven en la zona citada.
Según dicen, la mayoría de los nichos guardan una historia que va más allá de lo natural. “Existen muchos casos en que las almas aparecen a las personas que pasan por acá”, dijo don Ceferino Torres, del kilómetro 45, Ypacaraí, en cuya vereda se encuentra el nicho de Antonio Cañete, alias “Ñoño”, un conocido mecánico que falleció en un accidente rutero en la citada dirección en el 2007, cuando la camioneta en la que iba chocó contra un colectivo.
El karai recordó que son muchas las personas que aseguran que el “alma” de “Ñoño” se les aparece a los conductores cuyos vehículos tienen algún mecánico.
Están también las personas creyentes que se encomiendan a los diferentes “panteones callejeros” que hay al costado de la Ruta 2. Una de ellas es doña Carlota Cáceres, vendedora.
“Ellos nos protegen. Yo me encomiendo siempre a ellos. Muchos hasta hacen milagros”, dijo desde su puesto ubicado en el kilómetro 26.
El “camposanto” de la “bajada de la muerte”
Desde el kilómetro 40 hasta el kilómetro 47 de la Ruta 2 es la zona “bautizada por los pobladores como “la bajada de la muerte” o el “tramo del infierno”.
Y es que en ese sitio ocurrieron un sin fin de varios accidentes ruteros que acabaron con la vida de muchos. En ese tramo existen un poco más de 50 nichos separados a poca distancia.
“Ya parece un camposanto acá”, dijo don Máximo Centurión, quien vive en el kilómetro 44. Precisamente a esa altura, el pasado 15 de marzo un camión de gran porte chocó contra un minibús de la empresa “Guaireñatur”, en que fallecieron 6 personas.
Recordemos que en 1995, en el km 47, dos ómnibus de la empresa “La Santaniana” chocaron con una ambulancia, lo que causó la muerte de 11 personas. “Fui testigos de muchas cosas feas”, agregó don Máximo.
Accidentes
El 80% de los nichos son de personas que murieron en un accidente rutero. Otro porcentaje son de personas asesinadas.
Descuidados
Un gran porcentaje de los nichos se encuentra muy descuidado y en pésimas condiciones. Lo que llama la atención.
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