La Cámara de Senadores aprobó ayer, en medio de un guyryry jefe que armaron los contreras, la reglamentación para que se dé el chute de aquellos parlanchines que tuvieron una actuación “karê” en sus funciones.
Con 23 votos a favor, 19 en contra y tres que no aparecieron ni para comer bocaditos quedó establecido que de ahora en más, para que se pueda volver a rajar del parlamento a un senador, como pasó en diciembre pasado con Óscar González Daher, se precisará una mayoría absoluta, es decir, que al menos 30 senadores estén de acuerdo en poner patitas para la calle a un colega.
Además, en el caso de tráfico de influencias, se exige que haya previamente una sentencia judicial, para que a partir de ahí se pida el chute. Y como si todo esto fuera poco he’i vendedor ambulante, esta nueva reglamentación exige que el inicio del juicio político deberá ser solicitada y firmada por un mínimo de 20 diputados u 11 senadores.
El senador Juan Darío Monges, de la bancada colorada, dijo que se hizo bien al instalar esta reglamentación, porque no tenía lógica que para ponerle “jabón bajo el pie” a un senador bastaba con cualquier mayoría, pero para una simple suspensión sí se necesite la mayoría absoluta.
Por su parte, Juan Carlos Galaverna le bajó que esta aprobación parecía haber sido hecha por “forajidos huyendo de la Justicia”.
CHAU CHAU ADIÓS
Declararon so’o
Una vez que ganó el “sí” para esta nueva reglamentación, los que estuvieron en contra se fueron.
CANTAN RETRUCO
Buscarán la vuelta
Contreras he’i que van a ver la forma de derogar esta reglamentación en caso el que Ejecutivo la promulgue.
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