• Después de muchos años la relación de pareja se fue deteriorando, ella empezó a estudiar y trabajar lo que el marido no soportó y empezó el maltrato

Hola licenciada, hace tiempo que atravieso una crisis en mi vida que por momentos supero, me caigo y me levanto por mi hija, la que me da fuerzas, pero ahora me siento acorralada, estoy desesperada.

Le cuento que me dejé de mi marido porque no aguantaba más su mal humor. Tenemos una hija de 9 años a quien él adoraba, pero hace un año por ahí que con ella y todo empezó a cambiar. Parecía como que le molestaba que otras personas se me acercaran, parecía que me quería tener solo para él, nadie más que él debía estar conmigo. Ni mi compañera de trabajo o de la Facultad podían llegar a casa, porque si alguien extraño ponía un pie en la casa ya empezaba a poner cara larga, no me hablaba durante 2 a 3 semanas y si le preguntaba porque está así me decía que él no es un loco para estar hablando y riéndose por ahí. Y que si a mí no me gustaba cómo era su forma de ser, que busque nomás un lugar donde vivir.

Así pasaron los días, aguante sus desplantes por mucho tiempo y hace 3 meses que le dejé pero desde que salí de la casa, él me hace la vida imposible. Me busca en mi trabajo, se va atrás de mí en la Facultad, le llama a mis familiares para decir que me va a matar o que me va quitar la nena. Y lo más increíble del caso es que mi nena no le quiere ni ver, no comprendo cómo ella pudo cambiar con su papá así, porque los dos se adoraban.

Pero lo peor de todo es que conocí a un hombre y estoy enamorada de él, es tan bueno que también adora a mi hija, y me dice que le duele mucho verle así a mi pequeña y que él está dispuesto a darnos amor y cuidado a ambas, dentro de un hogar.

Solo que la familia de mi exmarido me dice que yo tengo que hacer el sacrificio y volver con el verdadero papá de mi hija, quien jura que va cambiar y hasta se arrodilló a pedirme perdón por su comportamiento.

El problema es que tengo miedo de volver con él, y a la vez pensando en mi nena se me ocurre hacer de tripas corazón y aceptarlo de nuevo en nuestras vidas, sacrificar el amor que siento por el otro porque por mi marido ya no siento más nada. Con sus maltratos mató todo sentimiento lindo que guardaba para él, todo ese amor que sentía por él se esfumó. Ahora estoy entre la espada y la pared.

Ayúdame, necesito de tu consejo.

DANA, DE HERNANDARIAS, 26 AÑOS

RESPUESTA: Aparentemente la relación se rompió mucho antes de que otra persona ocupara el lugar de tu pareja y no debes sentirte culpable por eso. Lo que para otros es bueno no siempre para vos tiene que ser así. Lo principal es identificar que estás siendo o no víctima de violencia psicológica, suele ser difícil identificar a la persona maltratadora porque se presenta como buena ante la sociedad. Si hay violencia no es lo más recomendable volver con una persona que te amenaza con hacerte daño o a tu hija. Las cosas no se dieron en tu relación, tal vez no hubo suficiente diálogo, cada uno se quedó callado y no aportó mucho para que el amor no muera. Cuando hay una separación donde hay mucho dolor y tristeza de por medio siempre es importante un acompañamiento psicológico, buscar un buen terapeuta que alivie las heridas que deja marcas en la personalidad de ambos, les impide mirar hacia delante, forjarse nuevas metas, es como cuando se piensa que nada “luego me sale bien”. La mente se llena de ideas irracionales o negativas, no permitas que eso pase contigo.

No dejes pasar la oportunidad de sentirte feliz si es que crees haber encontrado a la persona indicada, porque de nada sirve volver con alguien a quien ya no amas o le has perdido el respeto. A los hijos hay que darles mucho amor, él siempre va a ser su padre, pero no hay derecho a que sacrifiques tus sueños por “el qué dirán”, la vida es una sola y tenés que vivirla. Es importante decir que existe el amor del bueno y del malo, cuando estamos con este segundo caso lo mejor que podemos hacer es alejarnos porque muchas veces son muy pocas las cosas que podemos hacer para cambiar al que nos ama mal. Si te maltrata o te amenaza no dudes en denunciar o dejar una constancia en la comisaría más cercana a tu casa.