MÉXICO.Tempranísimo el jagua’i se encuentra al pie del cañón con su equipo de protección personal en la cabeza, botitas en las patas y unos lentes, listo para hacer su recorrido en el hospital charro.

No es poca cosa su laburo, se desempeña como coterapeuta por más de tres años en clínicas e instituciones. Empieza su ronda después de probar su desayuno, luego espera a los médicos que ingresan al turno de las 6:30 de la mañana. El perrito llamado “Harley” es apodado el “tuerto” porque perdió un ojito, es de la raza pug que es muy mimado por el personal de blanco al punto de ayudar en el tratamiento emocional de los enfermitos. La especialidad de los perros de terapia es la de ayudar a los pacientes a calmarse, brinda sonrisas y mantiene compañía.

El peludito brinda apoyo a los enfermos que están en estado de depresión o padecen síntomas de ansiedad, algo fundamental para superar la enfermedad. Además ayuda a los enfermeros y médicos a reducir el estrés que están combatiendo el coronavirus.

Cuando termina su laburo, el can vuele a su hogar donde es bañado y descansa por su trabajo en el centro médico ubicado en la ciudad de México.

AMIGABLE. El “tuerto” ya se hizo amigo del personal médico del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, tiene su propio equipo de protección personal.