Loperro se organizan para el piquiboli o futbolacho y le ponen a alguno para que avise cuando llega la patrullera.

Sin duda alguna loperro no quieren renunciar al primero, ni al segundo y menos al tercer tiempo.

Tanto es así, en plena cuarentena se siguen jugando partidos y hasta ponen “campanas” para que avisen cuando vean a los polis acercándose a la zona.

Muchas veces una cuadra antes de llegar a la canchita están los que pescan por algún control y avisan por teléfono o simplemente desde la canchita uno que otro se pone a controlar.

Los demás muchachos mientras se divierten en el partidito ya saben lo que tienen que hacer cuando el aviso llegue: correr como nunca lo hicieron en sus vidas y esconderse en algún lugar. Esto es lo que hacen aquellos que probablemente creen que el virus vai no les va a agarrar y exponen de esta forma la vida de sus familiares.

“Hay como una suerte de ‘campanas’ que están ahí para avisar cuando llegamos al lugar. Porque generalmente las canchas no están en un lugar muy visible. Entonces se avisan cuando ven una patrullera: ‘Cháke ou Policía’, y desaparecen todos. En el momento en que la Policía llega al lugar ya no están”, explicó la jefa de Relaciones Públicas, comisario María Elena Andrada.

La comisario reconoció que esto les dificulta en el proceder porque cuando llegan ya no tienen “culpables”, todos rajaron, pero avei he’i que con ayuda de la denuncia de la gente sí ya pudieron proceder y desarticular un partidito. “En muchos casos sí se hacen los procedimientos. Se incauta la pelota, se incauta la red para evitar de cierta forma que lo vuelvan a hacer”, explicó.

Instó a la gente a colaborar con ellos cumpliendo con las disposiciones que tienen que ver con la cuarentena inteligente. De esta forma desafían la prohibición de aglomeración que hay por el tema de la pandemia. “Si esto se sale de control vamos a tener que obligarles a todos a que vuelvan a encerrarse en sus casas”, remató.

“No podemos ser adivinos”, he’i

La comisario Andrada avei defendió a los uniformados de los comentarios de la gente cuando no se les ve interviniendo en alguna situación de aglomeración, ya sea en comercios como bodegas, colectivos, piquiboli, ere eréa. Explicó que el poli no puede “adivinar” dónde hay aglomeración.

“Evidentemente nosotros no podemos ser adivinos y lastimosamente nuestros recursos humanos no da para que haya un personal policial frente a cada cancha. Ante una eventual denuncia lo que hace el personal jurisdiccional es acudir al lugar”, dijo.

Expresó que ya desde hace tiempo que trabajan con menos del mínimo de personal requerido en cada comisaría y eso dificulta que estén en todos lados, he’i. “Siempre faltó personal policial”, dijo.

Prioridad son asaltos antes que temas de aglomeración

Los fines de semana lo que suele ser un dilema para los volái porque pasa de todo, he’i. Robos, asaltos, accidente de tránsito y a estos delitos comunes se le suma el de aglomeración de gente. Entonces los polis deben hacer una suerte de “tateti” para decidir cuál es el más urgente.

“En una jurisdicción vos tenés muchos problemas, sobre todo durante un fin de semana. Te llaman del Sistema 911 y te dicen, ‘se esta jugando piqui en tal barrio’ y vos tenés otras situaciones como una denuncia de presunción de que se está entrando a una casa. Ahí vos ponés en una balanza cuál es tu prioridad. Evitar un robo o ir a intervenir un caso donde hay aglomeración”, explicó la komi Elena.

MÁS DATOS

RELAJO

La comisario he’i que lamentablemente la gente se empezó a relajar cuando los casos de covid se veían aparentemente controlados. Se insta a la gente a seguir realizando las denuncias correspondientes.

VARIOS CASOS

Muchos casos de gente que violó la cuarentena se hicieron públicos. Entre los más sonados tenemos al milico de Paraguarí que hasta en una cancha de “piqui” fue sin saber que era positivo.

COMPARTEN

Una de las cosas que se ve mucho también es que la gente sigue compartiendo tereré.

De hecho, muchos contagios resultaron ser por ese medio.

A la gente le cuesta dejar de compartir.