Está cada día más metida para adentro. Es apenas la sombra de la que era. Su cambio fue gradual, pero siempre para peor. Hace días que ignora bastante a su familia. Aparentemente la convivencia la agobió. El duro golpe de perder a varios de sus hijos la terminó por apagar. Está ahí en un rinconcito. Ya nada la entusiasma.

Hablamos de la gallina “Clo Clo” que, según los que la cuidan, entró en una especie de “depresión” desde que sus pollitos murieron. Incluso tuvieron que llevarla hasta una veterinaria para que la ayuden a superar este difícil proceso, según comentaron.

¿Se puede una gallina deprimir? Fue la pregunta que surgió en torno a este tema que llegó hasta la Redacción del diario Crónica. “Generalmente lo que pasan con las gallinas es que sufren algún tipo de estrés por algún motivo. Los tipos de estrés que pueden afectarlas son amplios y variados, por lo que los dueños deben aprender a tomar medidas. La pérdida de sus pollitos podría afectarlas”, recalcan especialistas de diferentes países.

“El estrés también puede ser ambiental climático, como son calor o frío extremo, alta humedad ambiental o insolación fuerte. O el de manejo que son producidos por deficiencias en la falta o exceso de ventilación, falta de agua, luz, etc. Todo puede influir”, añaden.

SUGERENCIA
La gallina volvió al corral tras ser inspeccionado por un veterinario.
Sugieren realizar mejoras en las instalaciones y en la dieta, así como en los tratamientos en el agua de bebida.