Un bolonqui de la gran siete se está armando en yanquilandia después que se dio a conocer la noticia que el hombre que fue transplantado con un corazón de cerdo para seguir viviendo había sido tenía antecedentes penales más densos que jugo de mango con mosto.
El The Washington Post hizo una publicación en la cual aseguran que David Bennett, de 57 años, estuvo condenado por apuñalar hace 34 años a Edward Schumaker; hombre al que dejó paralítico.
En ese entonces fue condenado a 10 años de prisión, pero a 6 de haber entrado ya salió el libertad. La familia de la víctima reclamó una indmnización de 3.4 millones de dólares que nunca recibieron.
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La revelación ha despertado condenas por haberle dado el órgano a una persona que estuvo implicada en un delito, en lugar de a otra de las personas que están en la lista de espera de un trasplante y que no tienen antecedentes penales.
En un comunicado, el Centro Médico de la Universidad de Maryland dijo que los médicos están obligados a brindar la mejor atención a todos los pacientes sin importar sus antecedentes.
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