Toda una polémica se armó cuando se supo que el famoso Pastor Emilio Abreu, más conocido como «Esta trompeta va a sonar», por medio del Ministerio de Salud solicitó al Instituto de Previsión Social (IPS) se haga cargo de su trasplante de médula que costaría una cifra millonaria.

Las redes sociales explotaron pero por las criticas hacia el religioso, donde en su gran mayoría cuestionaban su gran capacidad económica de pagarse por su cuenta la intervención médica. Otros hasta le tiraban sus trapitos sucios, ndajeko.

Desde Crónica conversamos con el Activista por los Derechos Humanos Juan Talavera García, quien también forma parte de una comunidad llamada «Cristianos Inclusivos del Paraguay». El mismo analizó la situación y aseguró que para el religioso hay toda una movida política y de contactos.

«En un primer lugar si vamos a hablar desde la perspectiva de los Derechos Humanos por supuesto que el acceso a la salud es un derecho básico el cual todos los paraguayos necesitan, pero eso no esta oca en discusión. Lo que sí saca roncha es que las políticas de salud de nuestro país son patéticas», he’i de entrada.

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Aseguró que en IPS «el aportante está abandonado a su suerte. Juan Pueblo tiene que sufrir diariamente y después tenemos a la otra persona que tiene un poder económico que le permite acceder a la salud y ahí es donde viene el enojo. Para una persona que puede pagarse el trasplante hay todo un cuoteo político, una movida de fichas y de contactos para que esta persona pueda acceder a ese beneficio», dijo a Crónica Talavera.

Dijo también que Abreu prácticamente le sacó el lugar a una persona que no tiene contactos y fue contundente al decir que su actuar es muy poco cristiano.

«Le sacó el lugar a una persona que no tiene contactos para ponerle a la que sí tiene. Si lo vemos desde el punto Cristiano, si yo tengo la posibilidad de permitirme esa intervención, le cedo el lugar a una persona que esta en una situación de necesidad», aseguró el activista.

Acusó a Abreu de ser «una maquinaria de hacer dinero» y afirmó que la comunidad del Pastor tiene mucha plata y con contactos políticos.

Talavera, es activista social desde el año 2014 cuando vivió y estudio en Francia la carrera de Historia del Arte, formó parte de un centro Interasociativo y al volver a Paraguay en el 2016 trabajó en varios proyectos con comunidades menos favorecidas.